El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss Kahn, se encuentra bajo vigilancia especial en el complejo penitenciario de Rikers Island, para prevenir un suicidio, según informó ayer la cadena televisiva estadounidense NBC. Este régimen de observación contempla que cada 15 o 30 minutos los guardias comprueben su estado. Además, Strauss-Kahn se encuentra en una celda individual acolchada y lleva calzado sin cordones. Un empleado del departamento médico ordenó las medidas como prevención, debido a la "delicada naturaleza del caso". Al parecer, el departamento de Corrección del centro sigue un protocolo de protección y seguridad para todos los internos que indica que tras la evaluación correspondientem debe evitarse que se dañe a sí mismo o a otros internos.

Respecto a su situación en la Rikers Islands, apartado del resto de los reclusos, el portavoz del departamento correccional de Nueva York, Stephen Morello, precisó a La Vanguardia que "no se trata de aislar al recluso del contacto humano. Es una medida de prevención del preso para no ser atacado o resultar perjudicado por su prominencia pública".

Por otra parte, el abogado de la mujer que denunció al director del FMI, negó que su defendida hubiera mantenido relaciones consentidas, como sugieren ahora los letrados de Strauss-Kahn. También, la prensa francesa aseguraba ayer que la víctima sabía que la persona a la que había denunciado era un personaje importante.

Una entrevista a cambio de sexo

Una periodista de un diario europeo ha asegurado que Strauss-Kahn le propuso concederle una entrevista a cambio de favores sexuales. En declaraciones a The Times, la reportera relata cómo el exministro de Finanzas francés se fijó en ella tras haber mantenido una entrevista en grupo. "Consiguió mi número de teléfono a través de su embajada o del Instituto Francés y me empezó a llamar diciéndome: Si sales conmigo, tendrás tu entrevista", señala esta mujer, a la que el rotativo llama, de forma ficticia, "Martina". El pasado noviembre, dos años después, estando ella embarazada, Strauss-Kahn le dijo que le concedería una entrevista si pasaba un fin de semana con él en París. efelondres