La lucha por la sucesión del director general del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, detenido en la prisión neoyorkina de Rikers Islands, acusado de varios delitos de abusos sexuales, se ha recrudecido en las últimas horas, animada por las crecientes voces que reclaman que su situación judicial no le permiten continuar al frente del cargo. A las voces de la vicepresidenta económica española, Elena Salgado, y la responsable de las finanzas austriaca, Maria Fekter, se unió ayer la del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, que declaró públicamente que Strauss-Kahn "no está en posición de encabezar el organismo internacional".

Geithner indicó que "es importante que el Comité Ejecutivo del FMI nombre formalmente a alguien de manera interina para que actúe como director gerente".

Se trata de los primeros comentarios del sobre el arresto de Strauss-Kahn el pasado sábado. "Están sucediendo muchas cosas en el mundo, y uno quiere que el FMI tenga la capacidad de ser de ayuda. Y estoy confiado en que lo será", dijo el Secretario del Tesoro de EE.UU a la salida de una charla que ofreció ayer en Nueva York, sin añadir más comentarios.

Por el momento, el organismo multilateral con sede en Washington indicó que el "número dos", el estadounidense John Lipsky, asumiría la dirección interina como parte de su protocolo de funcionamiento. No obstante, Estados Unidos está considerando proponer a David Lipton, consejero de la Casa Blanca, para sustituir al número dos del FMI. Lipsky. Lipton ha ocupado importantes puesto en la administración estadounidense y actualmente director del Consejo de Seguridad Nacional y del Consejo Económico y de Asuntos Económicos Internacionales de la Casa Blanca. Durante el mandato de Bill Clinton fue vicesecretario de Asuntos Internacionales en el departamento del Tesoro, donde jugó un importante papel en la respuesta a la crisis financiera asiática. También formó parte del FMI.

Pero al margen de las opciones sobre la vicepresidencia, la sustitución de Strauss-Kahn al frente del Fondo va a encontrar serios recelos en las economías emergentes, tradicionalmente excluidas por el reparto de poder entre Europa -designa al director del FMI- y Estados Unidos -nombra al presidente del Banco Mundial-.

China, el tercer aportante al fondo, ya señaló que la elección del nuevo director debería basarse en la "justicia, la transparencia y los méritos". Otra de las economías emergentes, Brasil, a través de su ministro de Hacienda, Guido Mantega, elogió la figura de Strauss-Kahn y recordó que se había mostrado favorable en su día a que su sucesor no fuera necesariamente de origen europeo. De hecho, Mantega, dio su apoyo al actual director general y esperó que se demuestre su inocencia y continúe en el cargo. "Estoy haciendo fuerza porque esta situación se resuelva y él continúe al frente de la institución".

Otro de los países que se pronunció ayer fue Japón, a través del portavoz del Ejecutivo, Yukio Edano. El segundo mayor contribuyente del FMI consideró "prematuro" discutir quién debería sustituir a Strauss Kahn, y eludió pronunciarse sobre si debía ser europeo.

Sudáfrica también pidió ayer que se diera una oportunidad a un candidato de un país emergente. "Las instituciones como el FMI deben de reformarse para ser creíbles y deben de representar los intereses y reflejar plenamente las voces de todos", aseguró el ministro de Finanzas surafricano, Pravin Gordham.