Caja Mediterráneo (CAM) también tiene derecho a recibir parte de las ayudas públicas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en forma de crédito, como ha ocurrido con la mayoría del resto de entidades del sector. Eso es lo que piensan destacados miembros del consejo de administración de CAM consultados por este diario después de que ayer trascendiese que el Banco de España quiere inyectar en la entidad los 2.800 millones previstos en forma de capital para poder tomar el control de la misma.

Sin embargo, para los consejeros esta decisión podría entenderse como una "discriminación" y confían en que el supervisor del sistema financiero español cambie de opinión antes de que la decisión se oficialice. "Desde la dirección de la caja se nos sigue transmitiendo mucho optimismo y hay que pelear para poder mantener nuestro proyecto", aseguraba ayer un importante miembro del consejo. "¿Por qué se va a negar a la CAM lo que tienen el resto de entidades?", se preguntaba otro al tiempo que recordaba que el FROB ya había aprobado la concesión de 1.493 millones de euros por esta vía al Banco Base.

En cualquier caso, lo que también tienen claro los consejeros es que habrá que acatar la decisión que tome el Banco de España y que "lo importante es que esos 2.800 millones van a garantizar la continuidad de la caja, lleguen por la vía que lleguen".

Al igual que hiciera el pasado domingo la directora general de la entidad, María Dolores Amorós, en una entrevista a INFORMACIÓN, también los consejeros restaron importancia a la casi segura nacionalización de la entidad recordando que en otros países hay muchas entidades en esta situación que, recuerdan, será temporal. Al respecto, uno de los consultados señalaba que la CAM tampoco tenía mayoría en el accionariado con Banco Base -su participación era del 40% igual que la de Cajastur- por lo que considera que la situación "no cambiará tanto".

En este sentido, los diversos cálculos realizados señalan que si el FROB inyecta los 2.800 millones de euros en forma de capital, su participación en el accionariado se situaría entre el 60% o el 70%, por lo que tendría la potestad para nombrar a la mayoría de consejeros y al equipo directivo.

Desde el consejo de la CAM también recuerdan que, en realidad, la entrada del FROB se producirá en el accionariado del nuevo Banco CAM, al que la caja transferirá todo su negocio y del que pasaría a ser un simple accionista y administrador de la Obra Social.

Por otro lado, todos los consejeros interpelados sostienen que la entidad no conoció el resultado de la inspección que el año pasado le practicó el Banco de España a la caja hasta el mes de diciembre. Fruto de esa inspección, la CAM tuvo que reclasificar más de 5.000 millones en créditos y provisionar 2.000 millones, lo que provocó la ruptura de la alianza con Cajastur. También mostraron su sorpresa porque el PP -que designa a la mayoría de los consejeros de la caja- haya decidido utilizar a la CAM para atacar al Banco de España al preguntar por la supuesta ocultación que hizo el supervisor de los resultados de dicha inspección.