La Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (Fiab), una de las principales asociaciones patronales en España que defiende los intereses de 30.000 empresas y genera un negocio anual de 81.369 millones de euros, se enfrenta a una profunda división interna en su próxima asamblea general si se consuma el cambio de estatutos que garantiza más control en los órganos de gobierno a las grandes empresas y multinacionales de la alimentación defensoras de la marca del fabricante (Danone, Nestlé o Unilever). A estos cambios en Fiab se opone el Foro Interalimentario, una organización constituida en 2006 por 17 firmas interproveedoras de Mercadona, además de otras federaciones miembros de la patronal agroalimentaria como Anfabra (bebidas refrescantes), la de cerveceros o de conservas, entre otras, por lo que no todas las grandes marcas están a favor de una reforma interna. "Hay que mantener los estatutos como están", destacaron ayer en declaraciones a este diario fuentes de la dirección del Foro Interalimentario, presidido por Grupo Siro. En esta asociación también participan la mercantiles Casa Tarradellas, Martínez Loriente, Huevos Guillén o Grupo Sada, entre otras.