El Índice de Precios de Consumo (IPC) continuó su escalada en abril, al subir el 1,2%, el mayor incremento mensual desde octubre de 2007, y situarse la tasa interanual en el 3,8%, dos décimas más que la de marzo, la más alta desde septiembre de 2008. Tras conocer estos datos, el Ministerio de Economía subrayó que su previsión es que el IPC se reduzca a partir de julio, ya que entonces dejará de tener efecto la influencia al alza del incremento del IVA, de la subida de la luz y del aumento de los impuestos del tabaco.

Economía justificó el alza mensual por ser abril un mes en el que tradicionalmente se registran incrementos pronunciados, por los precios de hoteles y restaurantes en Semana Santa, que este año cayó completamente en abril a diferencia del año pasado. Además, añadió que también influyó el comienzo de la temporada de verano en el vestido y el calzado.

En cuanto a la tasa interanual, destacó la importancia del incremento del 18,7% en el precio de los combustibles y del 11,8% en los bienes alimentarios sin elaboración ni productos energéticos. A este respecto, incidió en que la subida de la tasa de abril no hay que achacarla a estos componentes, ya que crecieron menos que el año pasado, sino a los alimentos elaborados y a los servicios. El INE informó de que en la variación anual destacó el grupo de ocio y cultura, que aumentó más de un punto y medio y se situó en el 0,6%, lo que supone la mayor subida desde abril de 2009.

Viajes organizados

Esta diferencia, según el INE, se debió al incremento de los precios del viaje organizado y los servicios recreativos y deportivos, frente a la bajada del año pasado. Además, los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron cuatro décimas, hasta el 2,2%, mientras que las comunicaciones tuvieron una tasa anual del 0,3%, un punto superior a la del mes pasado. En cambio, el transporte tuvo un aumento del 9,3%, cinco décimas por debajo de la registrada en marzo.

Asimismo, la inflación subyacente, que excluye los alimentos no elaborados y los productos energéticos, se incrementó cuatro décimas respecto a marzo, hasta el 2,1%. En cuanto a la evolución mensual, destacaron los aumentos de vestido y calzado (9,6%), ocio y cultura (1,5%), transporte (1%) y vivienda (0,7%). Todas las comunidades autónomas incrementaron su tasa anual al menos una décima respecto al mes pasado. El mayor aumento, de cuatro décimas, fue el de Baleares (3,4%), seguido de la subida de tres décimas en Cantabria (4,2%) y Cataluña (3,8%).

Por otra parte, Economía señaló que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) se incrementó dos décimas respecto al mes anterior, hasta una tasa anual del 3,5%, y que aumenta en una décima la diferencia con el dato adelantado por Eurostat para la zona del euro, que se sitúa en el 2,8%.

Por el lado sindical, CCOO atribuyó la evolución de los precios de las materias primas y "determinados comportamientos" de sectores como la intermediación comercial o la hostelería, entre otros, que mantienen excesivos márgenes de beneficios el incremento de la inflación. El sindicato criticó que los empresarios fijen los precios sólo para obtener beneficios a corto plazo. Y UGT afirmó que es necesario asegurar el poder adquisitivo de los trabajadores para recuperar el consumo y la inversión. Por su parte, el presidente de la Federación de Autónomos de ATA, Lorenzo Amor, indicó que la subida del IPC pone de manifiesto los problemas de competitividad de la economía española y supone un nuevo lastre para la recuperación del consumo.

La patronal CEOE previó una moderación de la inflación en la segunda mitad del año, cuando desaparezca el efecto de las subidas impositivas y del precio del petróleo. También reiteró que sería un grave error para la competitividad tomar como referencia para actualizar los salarios lo acontecido con la inflación en estos meses concretos. Además, señaló que hay que seguir con la línea de moderación salarial de los últimos meses para propiciar la recuperación y comenzar a crear empleo lo antes posibles. Por su parte, la patronal de la pequeña y mediana empresa, CEPYME, vio "preocupante" el aumento de los precios en abril y alertó de la tendencia de crecimiento de la inflación en el primer semestre. Igualmente, las Cámaras de Comercio advirtieron de que el diferencial de siete puntos del IPC de España con respecto a la media de la UE, tras el repunte hasta el 3,8% en abril, resulta "perjudicial" para el desarrollo de las empresas y el mantenimiento de la capacidad adquisitiva y el consumo.

Comunidad Valenciana

También el director general de Economía de la Generalitat Valenciana, Eusebio Monzó, afirmó ayer que el diferencial del IPC de España con la Unión Europea "está mermando" la competitividad de las empresas españolas. Monzó se pronunció así en relación a los precios, que subieron un 1,3% en la Comunidad, con lo que la inflación en lo que va de año se sitúa en el 1,5% y la interanual en el 3,7%.

Desde la patronal alicantina Coepa, que preside Rafael Martínez Berna, también se incidió en "la pérdida de competitividad de las empresas alicantinas con respecto a la UE" debido a que el precio de los bienes de consumo subió un 1,4% durante abril en la provincia de Alicante, lo que eleva la inflación anual hasta el 3,6%, su registro más alto desde septiembre de 2008, según informó Coepa.

Los españoles se apretaron el cinturón en 2010 y bajaron el consumo de alimentos un 1,1%

Los españoles se apretaron el cinturón en 2010 al consumir un 1,1% menos de alimentos y bebidas en el hogar, pero aún fueron más austeros fuera de él, ya que redujeron un 3,1% su consumo en bares y restaurantes, lo que supuso un gasto medio por persona de 1.460 euros para alimentarse en ese año. Así lo reveló ayer el secretario general de la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), Horacio González, quien detalló que la industria de la alimentación y las bebidas incrementó un 0,52% su cifra de facturación en 2010, hasta los 81.369 millones. González alertó de que si no se toman las medidas oportunas que permitan un marco económico general estable, o si por el contrario se optan por las que desincentivan el consumo, "corremos el riesgo de que el sector continúe disminuyendo su actividad y el número de empleos". Según los datos aportados por la FIAB, la reducción del consumo de alimentos cayó en los hogares españoles hasta los 30.491 millones de kilos (-1,1%), lo que supuso que se gastaron un 2,3% menos, hasta los 67.086 millones. La peor parte de esta "dieta" se la llevó el consumo fuera del hogar (restauración e instituciones), donde la ingesta alimentaria se redujo un 3,1 %, hasta los 8.427 millones de kilos. EFEMADRID