El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha dicho que es "anticuado" ligar el incremento de los salarios a la evolución de la inflación y aseguró que muchas empresas y sectores cambiarán la relación de esta variable en la renovación de sus convenios colectivos.

Durante la presentación del informe "La competitividad de la industria española" elaborado conjuntamente por CEOE y el Círculo de Empresarios, Rosell reiteró que los salarios deben ir ligados "absolutamente" a la productividad y dijo que la composición del Índice de Precios de Consumo español debe reformarse y "tecnificarse", ya que está muy influenciado por la energía y el transporte.

"La realidad debe imponerse a la legalidad", apostilló, tras asegurar que en el documento de la reforma de la negociación colectiva que negocian con los sindicatos las empresas tendrán libertad para modificar la vinculación de los salarios a la inflación.

Aseguró tajantemente que la reforma de los convenios que la patronal ha puesto encima de la mesa "no es la que ha querido, sino la que ha podido" presentar, "sabiendo a quien tiene delante y cuáles son las mayorías parlamentarias y lo que los grupos políticos están dispuestos a hacer".

Rosell se mostró "razonablemente" optimista sobre la marcha de la negociación, aunque al mismo tiempo apostilló que esto no quiere decir que haya un acuerdo definitivo.

"Nuestra reforma no es la reforma de los empresarios, sólo estamos intentando influir en que sea la mejor reforma para la economía española y lo que proponemos no es ninguna barbaridad", puntualizó.

En este sentido, dijo que la patronal "no quiere destruir de hoy para mañana" el sistema de negociación colectiva pero aseguró que la relación de los sueldos con la inflación "debe cambiar en el futuro y evolucionar", tal y como lo están haciendo otros países como Alemania.

"Lo vamos a poner encima de la mesa y no sólo desde la cúpula empresarial", dijo tras indicar que muchas empresas ven "muy rígida y estricta" esta relación y ya están buscando cambiarla con el compromiso de los sindicatos.

Rosell insistió en que la política económica que harían los empresarios sería muy distinta de la que hace el Gobierno "probablemente sería políticamente incorrecta pero económicamente necesaria".

Por su parte, el presidente del Círculo de Empresarios, Claudio Boada, aseguró que sería "preocupante" que no se limitara la denominada ultraactiviadad (prorroga automática de los convenios que han expirado) en la reforma de los convenios y abogó por dar más facilidades a las empresas para descolgarse de algunas materias pactadas en un ámbito superior al de la empresa.

También pidió más convenios de empresas y reducir los convenios provinciales en favor de los nacionales, al tiempo que recomendó que los salarios se liguen también a la productividad y no al IPC.

Boada y Rosell mostraron la unidad empresarial entre las dos organizaciones y clarificaron que no existen "encontronazos" entre ambos.

El presidente de la CEOE señaló que Boada es un "viejo y buen amigo" y dijo que las prioridades de los empresarios son siempre las mismas "con pocas diferencias".

Insistió en que aunque éstas existan, "del debate y la discusión salen propuestas".

"Por mucho que pretendan enfrentarnos, no lo van a lograr. No nos hagan ver cosas que no existen", puntualizó Rosell, mientras el presidente del Círculo indicaba que la visión que pueda tener su organización de la negociación colectiva es una "opinión" y él no se ha referido personalmente al presidente de la patronal.