El sector provincial de la construcción no logra salir de la parálisis en la que ya lleva sumido más de dos años y que ha hecho caer su actividad a mínimos históricos. Únicamente las obras de particulares y las pequeñas cooperativas han conseguido elevar algo el número de viviendas iniciadas en el primer trimestre de este año que, aún así, siguen en cifras casi irrisorias.

En concreto, entre enero y marzo de este año el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Alicante (Coaata) únicamente concedió 547 visados para el inicio de nuevas viviendas, una cantidad superior a las 305 del mismo periodo del año pasado, pero muy alejadas de las más de 10.000 que se pusieron en marcha trimestralmente entre los años 2002 y 2007, o las más de 3.000 del año 2008, lo que sería una cantidad más razonable, según fuentes del sector.

A este respecto, el secretario general de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Jesualdo Ros, señala que el sector "no empezará a moverse mientras no haya financiación", algo que parece difícil en estos momentos en los que las entidades huyen de todo lo que esté relacionado con el ladrillo. Así, según Ros, el aumento de los visados responde casi por completo a los particulares que deciden construir su propia vivienda o a pequeñas cooperativas en las que deciden participar los compradores ante la falta de oferta adecuada por parte de las promotoras.

Así lo corrobora también el número medio de viviendas de las promociones visadas hasta marzo, que es de tan sólo cuatro y, además, de menor dimensión que en años anteriores.

En este sentido, aunque aún existe una gran cantidad de inmuebles sin vender, muchos de ellos se ubican en urbanizaciones de costa o en zonas alejadas de los núcleos urbanos donde no hay interés por comprar por parte de los posibles clientes, mientras que la oferta empieza ya a escasear en determinadas poblaciones y barrios mejor situados, según Provia. Sin embargo, ni siquiera en estas zonas se estan poniendo en marcha nuevos proyectos por la falta de crédito.

De continuar a este mismo ritmo, el año concluirá con apenas 2.030 viviendas iniciadas en la provincia, según las proyecciones del Colegio de Aparejadores y Arquitectos técnicos, unas cifras desconocidas en Alicante desde los años de la posguerra, tal y como ya señaló este diario el pasado mes de diciembre.

Municipios sin promociones

La falta de actividad edificadora llega a ser absoluta en muchas poblaciones. Así, de los 61 municipios de la provincia sobre los que Coaata ofrece datos individuales, en 18 de ellos no se visó ni una sola nueva vivienda durante el primer trimestre del año. Entre ellos se encuentran La Vila Joiosa, Guardamar, l'Alfàs del Pi, Callosa del Segura, Mutxamel, Ibi o Castalla.

Por el contrario, tan sólo en once localidades alicantinas el número de nuevos inmuebles autorizados superó la decena durante el citado periodo. La cifra más destacada es la de Torrevieja, donde se visaron los proyectos para la construcción de 164 viviendas. En Alicante, Coaata dio el visto bueno a 78 nuevos pisos; en Pilar de la Horadada fueron 56; en Orihuela sólo 35; en Algorfa, 24; y en Rojales, 21.

En la segunda ciudad por población de la provincia, en Elche, apenas se visaron 13 nuevas viviendas, y las cifras también fueron muy bajas en importantes municipios de la costa como Xàbia, donde se pusieron en marcha sólo nueve inmuebles, Altea (sólo 2), o El Campello (1).

También llama la atención el caso de Benidorm. En la capital turística de la Costa Blanca sólo se pasaron al Colegio de Aparejadores los planos para levantar tres nuevas viviendas en el primer trimestre. En todo el año pasado fueron sólo 12. En la mayoría de estos municipios, eso sí, existen numerosas promociones que están sin terminar.