El consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), reunido en Helsinki, mantuvo este jueves los tipos de interés de la zona del euro en el 1,25 %, como preveían los mercados.

La institución europea informó en Fráncfort de que también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos durante un día, en el 2 %, y la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 0,5 %.

El consejo de gobierno del BCE se reunió en Helsinki ya que celebra dos de sus reuniones de política monetaria fuera de su sede central en Fráncfort.

El Banco de Inglaterra también dejó inalterados los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5 %, al considerar que la economía británica no está preparada todavía para aguantar un encarecimiento del dinero.

Los mercados financieros descuentan que la entidad subirá de nuevo su tasa rectora en los próximos meses.

El BCE considera que existen riegos inflacionistas a medio plazo, razón por la que subió de forma moderada el precio del dinero en abril, por primera vez desde hacía casi tres años, y con la que justificará los próximos incrementos.

A su vez, la entidad monetaria europea prevé que la zona del euro mantendrá la actual moderada recuperación económica en un entorno de incertidumbre.

Ni el rescate de Portugal, ni el riesgo de que Grecia tenga que reestructurar su deuda parecen apartar al BCE de su mandato de garantizar la estabilidad de precios, lo que significa lograr una tasa de inflación cercana pero siempre por debajo del 2 % a medio plazo.

La tasa de inflación de la zona del euro subió en abril hasta el 2,8 %, por lo que ha superado por quinto mes consecutivo el objetivo del BCE.

El precio del dinero estuvo en un nivel históricamente bajo del 1 % desde mayo de 2009.

Antes de que estallara la crisis financiera y económica, el nivel más bajo al que se situó la tasa rectora del BCE fue el 2 %, desde junio de 2003 hasta diciembre de 2005.