Bankia, el banco liderado por Bancaja y Caja Madrid y del que forman parte otras cinco cajas de menor tamaño, ha puesto en venta el Banco de Valencia, la antigua joya de la corona de la entidad de ahorros presidida por José Luis Olivas, según confirmaron a este diario fuentes financieras valencianas, que aseguran que Bankia no ha elaborado un cuaderno de venta formal, sino que está dirigiéndose a otras entidades financieras interesadas para que puedan tener acceso a las cuentas del Banco de Valencia y conocer su estado real. Entre las entidades que históricamente han mostrado interés por el banco y por su zona de influencia, es decir, la Comunidad Valenciana, se encuentra el Sabadell. Santander y BBVA, por su parte, están detrás de poder hacerse con parte de la red de la CAM y, de no conseguirlo, podrían ambicionar la del banco valenciano, integrada por unas 300 oficinas ubicadas preferentemente en el arco mediterráneo. No obstante, las fuentes consultadas opinan como más probable que el futuro comprador sea un banco extranjero que quiera aprovechar la oportunidad para situarse en el mercado español.

El propósito de vender el Banco de Valencia obedece a la necesidad que tiene Bankia de hacer caja. El banco presidido por Rodrigo Rato, máximo dirigente de Caja Madrid, necesita captar 1.795 millones de euros para cumplir los requisitos de capital exigidos por el Banco de España. Va a salir a Bolsa para que inversores externos entren en su capital. Paralelamente, está poniendo en venta todas aquellas participaciones que le supongan plusvalías, como ha hecho ya, por ejemplo, con Abertis. Los mercados están exigiendo a los grupos de cajas que quieren salir a bolsa grandes descuentos para invertir en ellos y, por tanto, es esencial obtener la mayor liquidez posible. En este contexto, según las fuentes consultadas, es en el que se enmarca la operación con el Banco de Valencia. La entidad fue adquirida, en un 24 % del capital, por Bancaja al entonces Banco Central -ahora integrado en el Santander- en 1994. Poco después, lo fusionó con el Banco de Murcia, del que tenía el 100%, y por ello su participación aumentó al 38%.

Las fuentes consultadas apuntan que la capitalización bursátil del banco está en 1.300 millones, de tal modo que la participación de Bankia equivale a unos 520 millones. Como el valor en libros es de 150 millones, las plusvalías latentes ascienden a unos 370. El Banco de Valencia cerró el primer trimestre del año con unos activos totales de 24.584 millones, con un 7,86 % de aumento, mientras que los beneficios se quedaron en 14,3 millones, con un descenso del 49%. Por contra, su capital básico está en el 7,17%, por debajo del 8 % exigido por el Banco de España a las entidades cotizadas, su ratio de morosidad llega al 6,33 % y, dada su exposición al ladrillo, tiene calificación de bono basura por parte de Moody's.

Propuesta valenciana

El banco tiene una amplia base de accionistas minoritarios, preferentemente entre la burguesía valenciana. Relevantes empresarios autóctonos están planteándose la posibilidad de tomar el control del Banco de Valencia. Para ello pretenden que Bankia les ceda diez puntos de su 38% y les financie parcialmente la operación. Pero el propósito parece muy difícil, fundamentalmente porque Bankia les vendería toda su participación si la oferta fuera sugerente.