Cajastur y las cajas de Cantabria y Extremadura ultiman su unión -ya sin Caja Mediterráneo (CAM)- en un nuevo grupo que no requerirá ayudas públicas y presentarán al Banco de España el próximo lunes, según informaron hoy fuentes financieras a EFE.

La alianza de las tres cajas se hará a través de un Sistema Institucional de Protección (SIP) que utilizará como cabecera un banco con cerca de 57.000 millones de euros en activos.

De esa cantidad, Cajastur aportará cerca del 66 por ciento, unos 38.000 millones, a los que habrá que sumar 11.000 millones de Caja Cantabria (19 por ciento) y unos 8.000 millones más de Caja Extremadura (14 por ciento).

En las próximas horas está previsto que las tres cajas que formaron parte del Banco Base citen a sus consejos de administración para que a partir de mañana se reúnan y firmen un nuevo contrato de integración.

De momento, el nuevo grupo no incorporará a ninguna otra entidad y cumplirá los nuevos criterios de solvencia, si bien estará abierto a otras cajas, aseguraron las mismas fuentes.

En función de la fecha que se escoja para celebrar las asambleas de las cajas en las que tendrá que aprobarse el traspaso de activos al banco, la operación podría cerrarse más tarde o más temprano, aunque los trámites hacen pensar que no será hasta mediados de mayo.

La idea de una nueva "fusión fría" entre Cajastur y las cajas de Cantabria y Extremadura surgió después de que la CAM no aceptara disminuir su peso en el Banco Base para dar entrada al Estado en su capital.

La imposibilidad de que la caja alicantina y las otras tres entidades llegaran a un acuerdo terminó con la ruptura de su unión en el Banco Base, ficha bancaria que finalmente compró la CAM en unos 12 millones de euros.

A partir de ahí, era de esperar que Cajastur y las cajas de Cantabria y Extremadura decidieran iniciar un nuevo camino juntas, mientras que la CAM pedirá 2.800 millones al Estado para continuar su camino en solitario.