A medida que avanza la crisis económica, las cuentas corrientes de los alicantinos están cada vez más vacías. Sólo en el último año, entre junio de 2009 y junio de 2010, los residentes en la provincia retiraron de las entidades financieras 3.557 millones de euros, lo que supone más del 10% de todo el dinero que tenían ahorrado hasta ese momento, según los datos del Banco de España. Mientras, a nivel nacional el descenso apenas fue del 0,13% en el mismo periodo ya que en muchas provincias el descenso del consumo que se produce en las épocas de recesión logró compensar la caída de ingresos de las familias.

En este sentido, Alicante fue la primera zona de España, ya en 2008, donde el volumen de depósitos bancarios empezó a descender tras 22 años consecutivos de incrementos. Entonces la caída apenas fue del 2,3%, ahora el ritmo de retirada de fondos se ha multiplicado por cuatro y ya son diez las provincias donde está ocurriendo lo mismo. Junto con Alicante, el volumen de dinero depositado en las entidades financieras se redujo en el último año en Ceuta, Córdoba, Cuenca, Granada, León, Lleida, Madrid, Málaga y Valencia. En la mayoría de ellas la caída aún es leve, con la excepción de la capital del país, donde han volado de los bancos y cajas 22.225 millones de euros, el 6,7% del total.

"Cuando hay una crisis se deja de consumir, lo que hace que aumente el ahorro, pero si los ingresos descienden demasiado, como parece que ha ocurrido en Alicante, y no se cubren las necesidades hay que echar mano de los ahorros", apunta Carlos Javier Zarco, secretario de la asociación de usuarios de banca Adicae, en la Comunidad Valenciana. Zarco recuerda que la provincia es una de las más golpeadas por la crisis, con casi uno de cada cuatro trabajadores en paro, decenas de miles de viviendas sin vender que mantienen paralizado al sector de la construcción, y sectores tradicionales como el del mármol especialmente afectados por el estallido de la burbuja inmobiliaria.

A ello hay que unir también un mayor porcentaje de población inmigrante y de jóvenes que compraron su casa en la época en que los precios estaban más altos y ahora deben hacer frente a unas hipotecas muy abultadas. Igualmente, la falta de crédito ha obligado a muchos pequeños empresarios a recurrir al dinero de sus cuentas personales para mantener la actividad.

Las cajas, las perdedoras

Si se analizan con detalle los datos del Banco de España se observa que, en realidad, son las cajas de ahorros las que están perdiendo depósitos, tanto en Alicante como a nivel nacional, mientras que los bancos los siguen aumentando. Eso sí, a base de ofrecer elevados tipos de interés que han desatado lo que en el mundo financiero se conoce como la "guerra del pasivo", en la que ahora también han entrado las cajas. Esta misma semana Catalunya Caixa anunciaba un nuevo depósito al 4,75%, desbancando las mejores ofertas hasta el momento, del 4,5%, que tenían Activobank, el Popular y Bankinter.

En la provincia, las cajas de ahorros, que acaparan el 64% de la cuota de mercado en depósitos, perdieron 3.636 millones en el último año, mientras que los bancos sumaron 91 millones y las cooperativas de crédito (las cajas rurales) se dejaron 12 millones en el camino. A nivel nacional, la diferencia entre entidades aún es más patente. En toda España las cajas vieron escapar 9.727 millones mientras que los bancos recibieron 6.610.

Las entidades ponen pegas

Cómo era de esperar, las entidades afectadas no se están quedando cruzadas de brazos y están aumentando las quejas de los usuarios por las pegas que ponen a la hora de cancelar depósitos a plazo o por retenciones indebidas de saldos, según apunta el secretario de Adicae en la Comunidad Valenciana. La única buena noticia es que la restricción crediticia ha provocado que los alicantinos deban a los bancos 1.445 millones menos que hace un año.