El director general de Caja Mediterráneo (CAM), Roberto López Abad, aseguró ayer que la posición de la CAM en el SIP con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, "ha sido tremendamente inteligente", ya que ha conseguido situarse como el tercer grupo financiero de cajas y el séptimo en el conjunto de las cajas y bancos españoles. El director general de la CAM asistió ayer a la firma de un convenio para crear el "cluster de la salud" en la provincia en el que participan la Diputación de Alicante y la Fundación Medtrópoli.

Después del acto y a preguntas de la prensa, el ejecutivo de la entidad financiera aseguró que "la capacidad de presencia, de solvencia y de futuro" de la CAM es "más importante" tras integrarse en un Sistema Institucional de Protección (SIP) que "cuando estaba sola".

Roberto López explicó que "el sector de cajas está en un proceso de reconversión muy fuerte", pues de las 45 entidades españolas, "41 se hallan en un proceso de integración". El ejecutivo indicó, asimismo, que no coincide "en lo más mínimo" con las voces que en los últimos días se han mostrado contrarios a la "fusión fría" de la CAM, que presidirá su presidente, Modesto Crespo.

El pasado lunes el consejo de administración de la CAM aprobó -con los votos en contra de los dos representantes sindicales- el contrato de integración en el SIP, después de haber rechazado parcialmente el documento en una reunión diez días antes por los poderes irrevocables que pretendía el futuro consejero delegado, el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, y que no figuraban en el protocolo de intenciones firmado por las cajas el 24 de mayo pasado.

Tras flexibilizar la entidad asturiana su postura, los equipos jurídicos de la CAM y Cajastur revisaron los puntos más conflictivos, un repaso que dio como resultado la inclusión de "aclaraciones" -según la calificación de la CAM- al documento en una nueva redacción que propició, finalmente, el visto bueno del consejo de Caja Mediterráneo.

Las modificaciones pivotaban, fundamentalmente, sobre los tres puntos que aludían al mando absoluto e irrevocable de Menéndez en el futuro grupo.

Con la nueva redacción, se explicita que la soberanía en la toma de decisiones de gestión la tiene el consejo del nuevo banco, que será el que conceda o retire las delegaciones. Además, se aclara que el consejero delegado tendrá los poderes que emanan de la gestión ordinaria de una sociedad mercantil y no irrevocables y que para retirar o modificar las facultades del máximo ejecutivo será necesaria una mayoría simple (ocho consejeros de catorce), incluidos los dos vocales independientes.

Tras el visto bueno de la CAM, las cuatro cajas firmaron el miércoles el contrato, que ahora tendrá que refrendar la asamblea de Caja Mediterráneo el 24 de septiembre.