Los consejos de Bancaja y de las otras seis entidades que integran el grupo liderado por Caja Madrid -las citadas más las cajas Insular de Canarias, Rioja, Laeitana, Segovia y Ávila- aprobaron ayer el contrato por el que este conjunto de entidades se convertirá en el primero entre las instituciones de ahorros. No hubo sorpresas. En la caja valenciana, sólo el Sate, el sindicato mayoritario, votó en contra. Los restantes diecinueve consejeros dieron su visto bueno al proyecto, que de momento va a suponer más despidos y cierres de oficinas de los que se anunciaron cuando su constitución, en junio. Entonces se dijo que afectaría al 13% de la plantilla (3.400 empleados) y al 12% de las sucursales (unas 550). Ayer, los consejeros fueron informados de que en el primer caso se produce un aumento hasta 3.756 trabajadores (un 16%) y hasta 589 oficinas (el 14,5%). Este mayor impacto en las estructuras del grupo fue una de las pocas novedades que trascendieron ayer.

Los responsables del grupo, es decir, quienes serán los presidente y vicepresidente ejecutivos del banco que se creará, a saber, los máximos dirigentes de Caja Madrid, Rodrigo Rato, y de Bancaja, José Luis Olivas, no quieren sorpresas. De ahí la discreción. Como afirmaba un consejero consultado, el contrato es muy "ambiguo, porque han dejado la concreción para después de las asambleas". Entonces se pondrán en marcha los distintos grupos de trabajo con el propósito de que el SIP entre en funcionamiento entre finales de año y principios de 2011. También será el momento de elaborar un plan estratégico para el periodo 2010-2014. No hay novedad respecto al reparto de consejeros -11 para Caja Madrid, de 21, y 6 para Bancaja- y de territorio (Bancaja se hará cargo de la Comunidad y Baleares). Madrid acogerá la fundamental sede operativa y Valencia la social y la de participadas.

Por otra parte, Caja Madrid afirmó ayer que el SIP no necesita inyecciones de capital, por lo que descartó su salida a Bolsa, cualquier desinversión de capital en sus firmas participadas, así como la emisión de cuotas participativas. "Después de la constitución del SIP y de los análisis realizados no existe ninguna necesidad perentoria de desinvertir en nada para cubrir los requerimientos de capital", explicaron fuentes de la entidad.

También ayer las secciones sindicales representadas en el SIP que lidera la caja madrileña se reunieron con los máximos responsables de recursos humanos de las siete cajas para constituir la mesa de negociación laboral, que estará formada por 15 representantes de los trabajadores -5 de Comisiones, 3 de UGT, 2 de Fepca (cuadros), 2 de CIC-Sate, 1 de Csica, 1 de CGT y 1 de otras centrales-.

El próximo 2 de septiembre se firmará un protocolo que tiene para garantizar una reestructuración laboral mediante procesos voluntarios y no traumáticos, utilizando la vía de las prejubilaciones.