El consejo de la CAM volverá a reunirse el lunes, día 26, para abordar el contrato definitivo del SIP con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria en un ambiente dominado por la confusión y bajo la presión de una posible intervención del Banco de España.

Los vocales acuden divididos y, a su vez, molestos con la gestión de las negociaciones de la operación, que han llevado el presidente, Modesto Crespo, y el director general, Roberto López. Los hay que -ahora- apoyan el documento de la "fusión fría" en su integridad, aunque en el anterior consejo todos decidieron por unanimidad aprobar el SIP, a excepción del punto relativo a los plenos poderes irrevocables que tendría el futuro consejero delegado del nuevo grupo, el actual presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, quien, además se "blindaría" en el cargo durante doce años, mandato contemplado en el protocolo de intenciones (seis años, prorrogables a otros seis, si las cajas no se ponen de acuerdo en quién le sucederá).

Pero también los hay reacios a "pasar" por alto una mala gestión negociadora y a aceptar íntegro el documento. Están dispuestos a defender, hasta donde se pueda, mantener el rechazo a las excesivas atribuciones que quiere el asturiano porque no estaban reflejadas en el protocolo de intenciones y sí quedaron fijadas en el contrato de integración, al margen de que entienden que la imposición va en contra del código de buen gobierno y rompe el equilibrio de poderes pactado en el preacuerdo entre las dos cajas que lideran el SIP -CAM y Cajastur- que tendrían el 40% cada una, pese a que la primera duplica en tamaño a la segunda. En el futuro "holding" Caja Extremadura y Caja Cantabria participarían en un 11% y 9%, respectivamente.

Explicaciones

El malestar de parte de los vocales -incluidos los representantes sindicales que pedirán explicaciones por la desinformación y la confusión creada- se dirige directamente hacia el mandatario de la CAM, Modesto Crespo, -futuro presidente del SIP por doce años- y que en las últimas semanas se ha presentado como el más firme defensor de dar el visto bueno a la alianza en los términos que proclama Cajastur. Los representantes sindicales y varios consejeros no sólo cuestionan su gestión en este proceso, sino que, además, consideran que ha habido falta de información sobre los puntos que se han ido modificando del protocolo aprobado en mayo.

En las reuniones del consejo -explican- se informaba de "viva voz" o con "diapositivas". Y en la definitiva para respaldar el preacuerdo sólo se permitió a los consejeros una lectura, que no posibilitaba hacer un análisis profundo, según han subrayado algunos de ellos. Otros, incluso, ni leyeron el documento. Bastó la información del equipo negociador.

Modesto Crespo acudirá a esta nueva reunión sabiendo que será la diana de muchas críticas y con la necesidad de dar explicaciones sobre el proceso -que no ha estado exento de peleas internas y soterradas- ante un consejo con los ánimos levantados por la crucial tesitura en que se encuentra: decidir sobre el futuro de la CAM.

El director general, Roberto López, tampoco se salva de las críticas por parte de los directivos de la caja. El ejecutivo, que en un primer momento del proceso se mostró contrario a ceder poderes irrevocables a Cajastur, ha variado su postura, después de las últimas advertencias del Banco de España. Parte de su equipo directivo no entiende este cambio, ya que sigue pensando que la entidad no debería doblegarse a las exigencias de la caja asturiana.

Pero tampoco escapa de los reproches el consejo de la CAM en su conjunto. Distintos sectores empresariales de la provincia también cuestionan el papel del máximo órgano de gobierno en este proceso. No entienden que haya estado aprobando documentos sin tener toda la información necesaria y, además, no la haya reclamado.

Mensajes del Banco de España

Y para añadir más presión a la convocatoria, se suma el hecho de que entre los vocales planean los mensajes del Banco de España, que han transmitido los negociadores, de que un nuevo rechazo del SIP no sería recibido con buenos ojos por el supervisor y podría suponer, incluso, la intervención de la entidad.

Por otra parte, antes de la celebración de este decisivo consejo, mañana, día 23, se conocerán los resultados de las pruebas de solvencia ("stress test", en inglés) de 91 bancos y cajas europeas.

En el caso de las cajas que están constituyendo un Sistema Institucional de Protección (SIP), los datos se referirán a los grupos consolidados y no a las entidades individualmente. Fuentes cercanas al organismo supervisor han avanzado que de no ser así, la CAM no superaría el examen en solitario.