Cajastur dio anoche réplica a la decisión adoptada por el consejo de administración de la CAM y advirtió a la entidad alicantina que el contrato de integración del SIP que formarán ambas con Caja Extremadura y Caja Cantabria "o se aprueba íntegramente, o se rechaza", dando a entender que una resolución como la que ayer adoptó la CAM, de mantenerse, significa de hecho la ruptura del acuerdo para la "fusión fría".

Los consejos de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura aprobaron ayer el citado contrato de integración sin modificaciones, según informó la agencia Efe. En él se establece que el máximo ejecutivo de la caja asturiana, Manuel Menéndez, lo será también del nuevo banco que se creará con el SIP por un período de seis años, prorrogables otros seis si no hay acuerdo para su sustitución. Pero además de eso, que figuraba en el protocolo de intenciones aprobado por todas las cajas al inicio de este proceso, el contrato de integración elaborado por Cajastur para su aprobación por la CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria recoge también que Menéndez, como consejero delegado del nuevo banco, tendrá plenos poderes cedidos por la junta universal de forma irrevocable, punto éste que no acepta la CAM.

La caja alicantina emitió ayer una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores informándole de su rechazo a esta cláusula de poderes irrevocables. Cajastur, por su parte, según recogió Efe, afirmó que "el contrato o se aprueba íntegramente o se rechaza", lo que en la práctica supone que Cajastur da desde anoche por roto el SIP.

Fuentes citadas por Efe dijeron además que en el texto del contrato de integración se recogía que éste debía ser aprobado en su totalidad para que el acuerdo fuera válido, por lo que, al no haberlo hecho así la CAM, la fusión fría queda en el aire.

El enfrentamiento entre Cajastur y la CAM ha presidido las negociaciones entre ambas entidades, mayoritarias en el SIP, desde el mismo momento en que éste se puso en marcha.

La CAM, que se vio obligada, después de fracasar en varios intentos de aliarse con otras cajas (con Cajamurcia o con la BBK vasca, por ejemplo) a aceptar que Cajastur, mucho menor en tamaño pero mucho más saneada, liderara la "fusión fría", ha ido viendo cómo las exigencias de poderes del máximo dirigente de la entidad asturiana, que también lo será del SIP si éste llega a cuajar, iban a más durante las conversaciones.

La entidad alicantina ha sostenido que en ningún momento, cuando se llegó al principio de acuerdo, se dijo que los poderes que se delegaran en Menéndez lo fueran de forma irrevocable. La caja asturiana, sin embargo, mantiene que esa fue una exigencia aceptada desde el principio por la Caja del Mediterráneo y que ahora se echa atrás.