La Asamblea de Caja Castilla La Mancha ha decidido por amplia mayoría apoyar el plan diseñado para su rescate tras su intervención por el Banco de España, estrategia que pasa por su integración en el Banco Liberta, propiedad de Cajastur y su desaparición como entidad de crédito.

La Asamblea, reunida en la sede social de CCM en Cuenca durante cinco horas, ha aprobado el proyecto con 110 votos a favor y las 23 abstenciones y tres votos en contra de los consejeros del PP, algunos de los cuales no han asistido a la cita y otros se han ausentado antes de la votación.

El Banco Liberta, futuro Banco CCM, que nacerá tras la integración de Caja Castilla-La Mancha (CCM) en el Grupo Cajastur, va a tener en torno a 850 millones de euros de recursos propios, con los que se cubren las necesidades de capital de la nueva entidad y se asegura su rentabilidad este año.

La decisión adoptada hoy por CCM supone, entre otras operaciones, la segregación del negocio bancario a favor del Banco Liberta y la aprobación de los Estatutos de la Fundación de la Caja de Ahorros de Castilla La Mancha, que se encargará de gestionar la obra social.

El Banco Liberta, futuro Banco CCM, absorberá el negocio bancario de la CCM y las participaciones de la Corporación Industrial relacionadas con el mismo, como los seguros, y estará participado en un 75% por Cajastur y el restante 25% por la nueva Fundación Caja Castilla La Mancha.

La entidad tendrá un balance de unos 23.000 millones de euros, una cuenta de resultados positiva este año, 2.700 puestos de trabajo y el proyecto de integración en un SIP con Caja Mediterráneo, Caja Extremadura, Caja Cantabria y la propia Cajastur. En cuanto a la obra social, tendrá una dotación de 11 millones de euros, como máximo, en los próximos tres años.