El Gobierno portugués vetó la venta del 30% de la brasileña Vivo a Telefónica, por 7.150 millones de euros, oferta que había sido aceptada por el 73,9% de los accionistas de Portugal Telecom (PT) en la votación de la asamblea celebrada este miércoles.

El representante del Estado luso hizo uso de la "acción de oro", con derechos especiales, que mantiene en la compañía para rechazar la operación.

Fuentes de la asamblea, que se celebró en Lisboa y a puerta cerrada, informaron que sólo un 26 por ciento del capital representado votó contra de la venta en la reunión, en la que estuvo representado el 68,5% de los accionistas y se negó el derecho de voto a un 6% relacionado con Telefónica.

La decisión del Gobierno socialista del primer ministro José Sócrates, causó una gran sorpresa entre los accionistas, dada la oposición que ha manifestado Bruselas a la tenencia de acciones estatales con derechos especiales y más aún a su utilización práctica.

Sócrates, que se mostró contrario a la venta de Vivo, no había desvelado si usaría la acción de oro para vetarla, pero la semana pasada dijo que había dado instrucciones a uno de los principales accionistas de PT, la estatal Caixa Geral de Depósitos (7,3%) para que votara con sus acciones ordinarias en contra de la operación.

El líder de la oposición lusa, Pedro Passos Coelho, del Partido Social Demócrata (PSD, centro derechas) también había expresado su oposición a que PT se desprendiera de un activo considerado fundamental para su futuro.

El resultado de la votación de este miércoles, tan favorable a la oferta de Telefónica fue también una sorpresa, porque mostró que una parte del llamado "núcleo duro" de accionistas portugueses, contrarios a la venta, acabó por sucumbir al último aumento del precio, que hasta este martes era de 6.500 millones de euros.

La participación en la reunión, menor de la prevista, había dado más fuerza a los accionista locales, que controlan directamente una cuarta parte del total de los títulos de PT, y este miércoles podían haber frustrado la operación al decidirla sólo el 62% de las acciones.

Telefónica y otros dos accionistas de Portugal Telecom (PT) no pudieron votar en la asamblea por conflicto de intereses.

La presidencia de la reunión anunció que en total quedaron excluidas algo más del 6% de las acciones, correspondientes a Telefónica y a dos entidades, Société Générale y Mediobank, que participaron en la alienación de títulos de PT que hizo la compañía española la semana pasada.

Telefónica tenía un 10 por ciento de acciones de PT y se deshizo el pasado día 23 del 8%, aunque este miércoles sólo se contabilizaron como presentes algo más del 6% por ciento de los títulos de ese paquete.

La empresa española se había quedado la semana pasada sólo con un 2,02% de PT en lo que el mercado consideró un intento de evitar precisamente que el grueso de sus acciones fueran excluidas de la votación.

Pero la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) de Portugal puso el lunes en duda la venta efectiva de esas acciones y consideró sus derechos de voto debían imputársele a Telefónica.