La agencia de medición de riesgo crediticio Moody's ha puesto este miércoles en vigilancia la calificación de la deuda española, ante una posible rebaja, por el deterioro de sus perspectivas de crecimiento económico, a corto y medio plazo, y los retos a los que se enfrenta el Ejecutivo en sus objetivos fiscales.

Actualmente España tiene el rating de Moodys "AAA", la máxima calificación de solvencia de su deuda a largo plazo y es la única que la ha mantenido en este nivel en los últimos meses, ya que Standard&Poor's y Fitch la rebajaron en abril y mayo.

Además, otro de los motivos para estudiar la calificación de la deuda española es el temor de Moody's ante el impacto de los costes de financiación en el medio plazo.

Moody's agrega en una nota que la decisión sobre una posible rebaja en la calificación de España, que como mucho sería en dos niveles de calificación, se producirá previsiblemente en los próximos tres meses.

La agencia estima que el crecimiento de la economía española se verá afectado por la consolidación fiscal y los costes crediticios, por lo que previsiblemente el crecimiento del PIB entre 2010 y 2014 esté ligeramente por encima del 1 por ciento.

Esta semana, el director gerente de riesgos soberanos de Moody's Investors Service, Bart Oosterveld, señaló que una reducción del déficit público de España será clave para que mantenga la máxima calificación de solvencia de la deuda a largo plazo.

"Un tema importante del que hablamos con ellos (España) el año pasado fue cómo pensaban reducir el déficit. Va a ser un factor fundamental para la calificación", agregó.

En el comunicado de este miércoles, Moodys señala que las perspectivas de crecimiento de España están por debajo de otros países calificados con AAA, según destaca la analista especializada en deuda española Kathrin Muehlbronner.

A corto plazo, los esfuerzos de consolidación fiscal, combinados con los elevados costes de los créditos al sector público, las empresas y los consumidores, frenarán el crecimiento.

En el largo plazo, Moodys considera que llevara varios años superar el "colapso" del sector inmobiliario y el endeudamiento vinculado a esta actividad, que es superior al de otros países del entorno.

Además, considera que la merma del crecimiento complica los programas de consolidación previstos y cree que para reducir el déficit son necesarios unos ajustes "más fundamentales" en la reducción de costes, al tiempo que subraya que sus estimaciones sobre déficit superan a lo previsto por el Estado.

Estima que el endeudamiento de España subirá hasta el 80 por ciento del PIB en 2014 y destaca que se enfrenta a retos de reformas estructurales como las del mercado laboral así como la reestructuración del sistema financiero y del sistema de pensiones.

Acometer con éxito estas acciones ayudará a incrementar el potencial de crecimiento de España, según la fuente.

Mientras que Moody's tiene en la actualidad para España la calificación de AAA con perspectiva estable, Standard & Poor's rebajó en abril su calificación a AA desde AA+.

Fitch recortó el mes pasado la calificación de España a AA+ con perspectiva estable desde AAA.