El Gobierno y el PP han acordado suspender la subida de la luz prevista para julio como paso previo a poder alcanzar un pacto en materia energética y para lo que, en un primer momento, se centrarán en revisar en profundidad todos los costes que soporta el sistema eléctrico. Así lo explicaron ayer el ministro de Industria, Miguel Sebastián, y el portavoz de Economía del PP, Cristóbal Montoro, que confiaron en poder alcanzar un pacto lo antes posible y aseguraron que se sentarán a negociar "sin líneas rojas". A pesar de esta decisión, el recibo de la luz se encarecerá a partir del próximo 1 de julio porque el IVA pasará del 16 al 18 por ciento. Industria envió a principios de junio una propuesta a la Comisión Nacional de la Energía (CNE) en la que planteaba una subida de las tarifas de acceso del 10% para hogares y pequeños comercios y del 5% para la mediana industria.

Tras anunciar el acuerdo con el PP, el ministro Sebastián pidió al resto de partidos que se sumen al pacto y aseguró que los representantes de CiU con los que ha hablado ya le han mostrado su predisposición a hacerlo. "Como se van a revisar todos los costes del sistema, no tendría sentido actuar por el lado de los ingresos, que es lo que vamos a dejar para el final", explicó Sebastián para justificar la decisión de suspender la subida de la tarifa de último recurso (TUR) prevista para el 1 de julio, aunque puntualizó que esto no implica que no pueda subir en el futuro.

Entre los costes regulados a revisar se encuentran las primas a las renovables, que estaba previsto que se modificaran antes del 1 de julio, un plazo que ahora queda descartado.

En el grueso del debe de la factura eléctrica, también figuran los gastos asociados a la distribución y el transporte de la electricidad, a los que habría que añadir los costes de generación, cuyo precio se fija en el mercado libre.

Gobierno y PP han creado un grupo de trabajo que, además de revisar los costes para mitigar su impacto sobre la competitividad en la industria, abordará la definición de un mix energético para 2020 "equilibrado y diversificado" y el desarrollo de las interconexiones internacionales.

Poco después de conocerse la congelación de la subida, las compañías eléctricas coincidieron en la conveniencia de que los principales partidos alcancen un gran acuerdo sobre energía, pero consideraron que la decisión de dejar en suspenso el incremento de la tarifa eléctrica regulada aumenta la incertidumbre.

Las fuentes consultadas recalcaron que la decisión del Gobierno, acordada con el PP, "deja en el aire" la solución al llamado déficit tarifario, que rondará este año los 20.000 millones de euros, e incluso lo engordará más. Según el sector, la sensación es de "desconcierto", ya que "lo único seguro" es que se congelan las tarifas, pero no se sabe "hasta cuándo" ni si se concretan las líneas de trabajo.

Por su parte, varias de las principales organizaciones de consumidores aplaudieron la suspensión de la subida, pero advirtieron de que esta medida es insuficiente, ya que es necesaria una mejora del mercado energético que ahonde en los intereses de los usuarios.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), su portavoz, Ileana Izverniceanu, mostró su satisfacción por la congelación del recibido eléctrico, porque hubiese sido "nefasto" para muchas familias, pero recordó que la factura se encarecerá a partir de julio porque el IVA pasará del 16 al 18 por ciento.

Para Izverniceanu, el pacto entre el Ministerio y el PP demuestra que el precio de la electricidad es un "precio político".