La crisis económica ha provocado el cierre de más de 47.000 pequeños negocios en la provincia durante los últimos dos años, según denunció ayer el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, durante una comparecencia en Alicante para valorar la reforma laboral. Al respecto, Amor señaló que los cambios introducidos en el mercado de trabajo son "insuficientes" para incentivar la creación de empleo y reclamó que se clarifiquen las causas del despido objetivo para generar confianza entre el empresariado.

A pesar de que en los últimos dos meses el número total de afiliados al régimen de autónomos de la Seguridad Social ha vuelto a crecer, el presidente de ATA señaló que el volumen de cierres sigue siendo "muy elevado". Esta aparente mejoría se debe a que "muchos ciudadanos están agotando las prestaciones por desempleo y buscan una salida en el trabajo por cuenta propia" y a que las empresas "están externalizando servicios y subcontratándolos a autónomos" que, en muchas ocasiones, antes formaban parte de sus plantillas, según explicó.

Así, en los cinco primeros meses de este año se registraron 11.053 cierres de pequeños negocios en la provincia y desde mayo de 2008 ya suman más de 47.000, según las cifras de ATA. Por el contrario, en el mismo periodo sólo abrieron 30.000, un número insuficiente para compensar los abandonos de actividad, 17.000 netos, según Lorenzo Amor. Además, las nuevas altas se registran en sectores donde no existe tradición del trabajo por cuenta propia como la educación, la sanidad o los servicios sociales, mientras que el número de autónomos sigue disminuyendo en el comercio, el transporte o la hostelería.

De igual forma, ATA también denuncia que la morosidad sigue creciendo tanto en la administración pública como en la empresa privada y que la actividad se sigue resintiendo de un "clima generalizado de desconfianza". Por esto, Lorenzo Amor lamentó que "las medidas que está tomando el Gobierno no están siendo lo suficientemente valientes", en referencia a la reforma laboral.

A los autónomos les hubiera gustado una reforma "más contundente y menos ambigua y confusa que hubiera sembrado más certidumbre entre el empresariado, lo que no significa abaratar el despido", matizó su presidente. En este sentido, ATA reclama especialmente mayor claridad en las causas del despido objetivo y propone que se puedan acoger a él las empresas que acumulen seis meses de pérdidas, cuando la morosidad alcance un tercio de la facturación o cuando una firma no logre el crédito necesario.

También reclaman que las pequeñas empresas reciban un tratamiento diferenciado, con más ayudas y más facilidad para descolgarse de los convenios colectivos, ya que, recordó, el 95% de las empresas españolas tiene menos de cinco empleados y no tienen presencia sindical. De esta forma se conseguirían cambiar, en opinión de Lorenzo Amor, las actuales encuestas que señalan que nueve de cada diez autónomos no tienen previsto contratar a ningún trabajador este año.