El Estado registró un déficit de 18.818 millones de euros hasta el mes de mayo, el 1,79 % del PIB, frente al saldo negativo de 19.949 millones registrado en el mismo periodo de 2009, lo que supone una reducción del 5,7%, según los datos avanzados hoy por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, en la Comisión de Presupuestos del Congreso.

Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 70.506 millones de euros (un 9% más que en el mismo periodo de 2009) y unos ingresos de 51.688 millones (el 15,6% más).

En términos de caja, una metodología contable que anota los ingresos y pagos que efectivamente se han realizado, el déficit del Estado ascendió a 22.878 millones de euros en los cinco primeros meses del año, frente al saldo negativo de 19.102 millones registrado en el mismo periodo del año anterior.

Hasta mayo, los ingresos no financieros ascendieron a 71.180 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,4% respecto al mismo periodo del año anterior. La recaudación impositiva, que representa el 92,7% del total, creció por tercera vez consecutiva tras dos años de caídas, al aumentar en un 7,4%, sobre todo, a la recaudación por IVA, que creció un 21,9%.

Durante su intervención, Ocaña resaltó la "importante recuperación" de los ingresos impositivos, ya que supone una "buena noticia" que viene a confirmar las previsiones del Gobierno para el cierre del año porque la situación económica se está normalizando.

A su parecer, la evolución del los ingresos pone de manifiesto la estabilización de la economía real, que ya se comporta "mejor" y de forma "razonable y sostenible" tras haber superado "lo peor de la crisis", mientras que la inestabilidad y los problemas se centran ahora en la economía financiera.

De hecho, aseguró que esta evolución permite ser "moderadamente optimista" de cara al cumplimiento de las previsiones, ya que los ingresos se comportan bien y los gastos sólo han registrado pequeñas variaciones en comparación con el año pasado. "Las previsiones son razonables, perfectamente se van a cumplir", señaló.

Por figuras impositivas, el IRPF acumuló una recaudación de 28.679 millones, un 3,6% más, debido, sobre todo, al efecto de las medidas normativas de consolidación fiscal puestas en marcha este año, como la supresión parcial de la deducción de los 400 euros y la subida al 19% del tipo de retención a las rentas de capital.

En el Impuesto de Sociedades, la recaudación ascendió a 4.383 millones, un 18,1% menos que la acumulada hasta mayo de 2009, debido fundamentalmente a la caída de los pagos fraccionados. Según Ocaña, Sociedades es el impuesto que está mostrando el peor comportamiento.

La recaudación total por impuestos indirectos y cotizaciones sociales durante los cinco primeros meses del año fue de 34.358 millones de euros, un 0,2% más que en 2009.

En concreto, la recaudación por IVA se situó en 22.446 millones de euros, lo que supone un aumento del 21,9% en relación al mismo periodo de 2009, gracias a la caída de las devoluciones anuales del impuesto y al aumento de ingresos por los aplazamientos concedidos durante los meses precedentes.

Los impuestos especiales crecen un 4,8%

No obstante, en la recaudación por IVA también hay que tener en cuenta las tendencias más directamente relacionadas con la actividad económica, como el incremento de los ingresos por las importaciones y el mejor comportamiento de las ventas interiores.

Los ingresos por Impuestos Especiales aumentaron un 4,8% hasta mayo y se situaron en 7.987 millones de euros. Destacan los incrementos de recaudación en el Impuesto sobre el Tabaco (5,7%) y el Impuesto sobre Hidrocarburos (4,1%), gracias a la subida fiscal aprobada a mediados de 2009. También se han elevado notablemente los ingresos por el Impuesto sobre la Electricidad (6,8%), debido a un mayor consumo y a la subida tarifaria operada por el sector.

En cuanto a los pagos no financieros, representaron un total de 74.184 millones de euros, lo que supone un incremento interanual del 14,5% por los anticipos a cuenta a las comunidades autónomas de los recursos derivados del modelo de financiación y por el adelanto de las trasferencias al Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), que han elevado un 28,2% la cuenta por transferencias corrientes.

En relación a otras rúbricas, destaca el incremento del 26,5% en los pagos por intereses, muy condicionado por el calendario de vencimiento del ejercicio y la caída de los capítulos de gasto corriente en bienes y servicios (-0,1%) e inversiones reales (-3,2%).