Los líderes de la Unión Europea se pusieron ayer de acuerdo sobre la introducción de una tasa a los bancos para sufragar futuras crisis y acordaron llevar este planteamiento a la próxima cumbre del G-20, junto con la aplicación de un posible gravamen a las transacciones financieras.

El anuncio lo hizo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy en la rueda de prensa final de la cumbre de la UE celebrada ayer en Bruselas. "Hemos llegado a un acuerdo sobre el principio de una tasa a la banca, que contribuirá a un reparto equitativo del coste de la crisis financiera y a una mayor estabilidad del sistema", explicó el dirigente comunitario. La idea de una tasa a la banca, anunció Van Rompuy, "será discutida la semana que viene con nuestros socios globales, como una propuesta europea, en la cumbre del G-20 en Toronto (Canadá)". En la reunión de las veinte potencias industriales y emergentes (G-20) la UE también propondrá, según el presidente europeo, "que se explore y se desarrolle la introducción de una tasa sobre las transacciones financieras".

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, consideró que las decisiones tomadas ayer por los veintisiete líderes constituyen un "mandato claro y unido" para la reunión del G-20. "Estamos enviando una clara señal a nuestros ciudadanos, a los mercados, y también a nuestros socios, de que vamos a reducir nuestros déficit, nuestra deuda, y de que vamos a revitalizar nuestras economías". "Nos gustaría ver el mismo grado de determinación en nuestros socios", recalcó el presidente de la CE.

Aplicación global o comunitaria

La canciller alemana, Angela Merkel, avanzó la posibilidad de que la UE adopte la tasa a los bancos incluso si la idea no es respaldada a nivel mundial por el G-20. "Una iniciativa global sería mejor, pero no la excluyo en caso de que no podamos prevalecer en el G-20, hacer algo en la Unión Europea", dijo Merkel en una rueda de prensa tras la cumbre. Sin embargo, no quiso aventurar si el Reino Unido o Suecia, países que sólo admitirían una solución global, podrían aceptar una aplicación sólo a nivel comunitario. "No puedo especular sobre esto", indicó Merkel. La canciller recalcó también la importancia de hacer públicos los resultados de las pruebas de resistencia a las entidades financieras, una idea que contó con el apoyo de los líderes de los Veintisiete países comunitarios. Aunque los bancos alemanes siguen siendo reticentes a la idea, la canciller confió en "encontrar la forma" de convencerles.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, pidió hoy a los líderes europeos reunidos en Bruselas que se comprometan "firmemente" a publicar los resultados de los test de solvencia a los bancos europeos para hacer desaparecer "sospechas infundadas" sobre el sector.