El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha señalado que la reforma laboral pretende "evitar que se destruya empleo", al tiempo que desmintió que esta medida contribuya a abaratar el despido y subrayó que seguirá siendo el juez s las causas económicas esgrimidas por el empresario para despedir son objetivas o no. Corbacho indicó también que el Pacto de Toledo "está trabajando" en la reforma de las pensiones y que el futuro del mercado laboral pasa por mantener el máximo tiempo posible al trabajador.

En una entrevista a Antena 3, Corbacho dijo además que la reforma laboral no es una reforma para evitar la crisis, sino para facilitar en la salida de la crisis que las empresas puedan ganar competitividad. "Una reforma laboral por sí sola no crea empleo, lo que puede evitar, que si está bien orientada, es que se destruya empleo. La reforma evita la destrucción de empleo, pero quien genera empleo es la economía, la actividad y el consumo", subrayó.

Respecto a la reforma laboral y al despido objetivo por causas económicas, el ministro insistió en que será el juez el que determine si las causas alegadas por el empresario se cumplen o no y el que resolverá, por tanto, la procedencia (20 días de indemnización) o improcedencia del despido (los jueces suelen fijar la indemnización a 45 días en estos casos).

"El juez es el que tiene que determinar las causas ahora y antes de la reforma. Tiene que ver si concurren todas las circunstancias que el empresaria alega para ver si el despido es objetivo", explicó Corbacho al ser pregunto por si un único balance económico negativo de la empresa serviría para acogerse a este despido.

Corbacho también insistió en que la reforma laboral, que hoy entra en vigor, "no barata en absoluto el despido" pues se mantienen las mismas indemnizaciones de siempre (45 días en los contratos indefinidos ordinarios, 33 días en los contratos de fomento del empleo estable y 20 días en los despidos objetivos). Lo que se ha hecho, según el ministro, es permitir que se pueda detraer del Fogasa el pago de ocho días de la indemnización por despido correspondiente, de forma que, por ejemplo, en un contrato de 33 días la empresa pagaría 25 días de despido y el Fogasa asumiría los otros ocho. Pero el trabajador, precisó Corbacho, cobrará la misma indemnización a partir de hoy, estando vigente ya la reforma, que si hubiera sido despedido ayer, cuando aún no estaba en vigor.

En materia de pensiones, el ministro insistió en que el Pacto de Toledo está trabajando en las recomendaciones que guiarán la reforma y opinó que el futuro pasa por mantener el máximo tiempo posible a la gente en el mercado laboral, aunque eso, dijo, se puede lograr por varias vías y no sólo ampliando la edad legal de jubilación.

"Hay muchas fórmulas que pueden estudiarse", señaló el ministro, que en todo caso quiso lanzar a Bruselas que el sistema de pensiones español tiene una salud muy buena y que si se hacen reformas, no será porque la haya perdido, sino por el cambio demográfico que se avecina.