El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, ha afirmado que las reformas "más urgentes" que precisa la economía española, junto con el ajuste presupuestario, son las del sistema financiero, la de pensiones y la del mercado laboral, y, por ello, subraya que deberían "estar completadas antes del verano". Además, indicó que dichas reformas deberán extenderse, en el futuro, a otras esferas, como la Educación, la privatización de empresas públicas y la negociación colectiva. Asimismo, señaló que una nueva desviación en los objetivos acerca del déficit público podría traer "graves consecuencias" para la credibilidad de la economía española.

"Éste es un momento que requiere un ejercicio de extrema responsabilidad por parte de todos, con la consiguiente asunción de costes y sacrificios", asegura Fernández Ordóñez en el discurso incluido en el Informe Anual del Banco de España, publicado hoy.

A su juicio, se necesita que el programa de consolidación fiscal vaya acompañado de medidas estructurales. Entre ellas, considera de una "importancia primordial" la corrección de las "ineficiencias" del mercado laboral, "puesto que de su reforma depende en gran medida la capacidad de ganar competitividad y generar empleo".

También la de pensiones, y en este sentido, juzga que la posible ampliación de la edad legal de jubilación y la mejora del grado de contributividad del sistema van en la dirección adecuada y, aplicadas con suficiente ambición, podrían mejorar de manera significativa la situación de las finanzas públicas a largo plazo.

Pese a la gran relevancia de estas dos reformas, Fernández Ordóñez destaca la necesidad de continuar con las reformas en los mercados de productos, especialmente en el sector servicios, y también afirma que, una vez completadas las reformas laboral y de pensiones, habrá que emprender otras nuevas, como la de la Educación, la modernización de las administraciones públicas, la privatización o racionalización de empresas públicas, la del sector energético y la de la negociación colectiva.

Fernández Ordóñez subraya además en su discurso que es "absolutamente imprescindible" que los nuevos objetivos de déficit se cumplan, "incluso si el escenario económico resultara finalmente menos dinámico de lo que prevé el Gobierno". "Cualquier desviación con respecto a lo previsto podría tener graves consecuencias sobre la credibilidad del esfuerzo de consolidación fiscal", afirma el gobernador, quien, no obstante, reconoce que el proceso de consolidación fiscal "tenderá a ralentizar" la recuperación.