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El sindicato CCOO, único presente en los consejos de administración de Bancaja y Caja Madrid, ha aprobado la la fusión entre ambas entidades, pero condiciona su posición final a las garantías de empleo, para lo que pide se llegue a un acuerdo laboral con los trabajadores.

En un comunicado, la organización sindical ha condicionado también su apoyo a la viabilidad y solvencia de la entidad resultante de la fusión y al mantenimiento de su naturaleza jurídica como cajas y de su obra social, cuya continuidad y autonomía queda inicialmente garantizada, informa el propio sindicato.

Asimismo, CCOO asegura que el impacto laboral en relación con el solapamiento de sucursales y clientes "no es preocupante, en particular si lo comparamos con lo que hubiera sucedido en el caso de otros escenarios de concentración".

En este sentido, el sindicato recuerda que Bancaja mantendrá su marca en la Comunitat Valenciana y Baleares e integrará todas las oficinas de Caja Madrid en dichos territorios, mientras que Caja Madrid hará lo propio en las Comunidades de Madrid y Castilla-La Mancha; en el resto del territorio, la nueva entidad operará bajo una nueva marca todavía por concretar.

La nueva caja contará con mecanismos de mayorías cualificadas que impedirán que una de las dos entidades decida por sí sola, al menos en los cinco primeros años, según el comunicado.