El Banco Central Europeo (BCE) mantuvo este jueves los tipos básicos de interés en la zona del euro en el 1%, el nivel históricamente más bajo, como esperaban los mercados.

La institución europea informó en Fráncfort de que también dejó inalterada la facilidad marginal de crédito, por la que presta dinero a los bancos, en el 1,75%. A su vez, el BCE mantuvo la facilidad de depósito, por la que remunera el dinero, en el 0,25%.

El BCE ha dejado el precio del dinero en el 1% desde hace más de un año y lo mantendrá así hasta la segunda mitad del próximo año ya que las crisis de endeudamiento de Europa podrían dificultar la recuperación económica.

El Banco de Inglaterra también mantuvo su tasa rectora en el 0,5%, por séptimo mes consecutivo.

El presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Ben Bernanke, no señaló ayer una pronta subida de los tipos de interés en su comparecencia ante el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes.

La reaparición de tensiones en el mercado de dinero por la crisis de endeudamiento de Europa ha obligado al BCE a frenar la retirada gradual de las medidas extraordinarias que introdujo tras la quiebra de Lehman Brothers y a volver a ofrecer operaciones de liquidez ilimitada con vencimiento a tres y seis meses.

La desconfianza ha llevado a los bancos comerciales a depositar cantidades récord en el BCE, ayer 368.978 millones de euros a un tipo del 0,25% y a un día, ya que no se prestan dinero entre ellos en el mercado de dinero.

El nerviosismo en los mercados financieros aumenta y ello se refleja en un incremento de los tipos de interés en el mercado interbancario.

El Euribor a tres meses subió este jueves hasta el 0,718%, el nivel más alto este año.

Los mercados demandan más información del programa de compra de deuda pública que el BCE anunció a comienzos de mayo en un momento de tensiones e incertidumbre, si bien los analistas descartan que Trichet vaya a facilitar más detalles.

De momento, el banco europeo no ha facilitado el volumen de la compra de deuda pública ni los países a los que compra los bonos.

La medida ha creado preocupación en Alemania, un país muy sensible a cualquier medida que pueda desencadenar una subida de la inflación.