El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, ha dicho hoy que la versión de la reforma laboral que se defiende desde la patronal CEOE y desde otros ámbitos es "un canto a la resignación".

En una entrevista a RNE, Méndez ha señalado que no se puede luchar contra la crisis económica haciendo una "devaluación general" de las condiciones laborales y salariales de los trabajadores.

Quienes defienden esos planteamientos -ha asegurado- piensan que hay que contemplar "resignadamente" lo que ocurre porque tienen la "idea falsa" de que España puede "volver a las andadas y cabalgar sobre el dinero barato y sobre la construcción de 800.000 viviendas".

En cuanto a la posibilidad de que se llegue a un acuerdo en la mesa del diálogo social, el secretario general de UGT ha cifrado la voluntad de las organizaciones sindicales en un 7 sobre 10, pero ha recordado que la negociación se debe buscar entre tres: Gobierno, patronal y sindicatos.

Méndez ha apuntado que si la reforma laboral se alcanza a través de un pacto será "asumible", "equilibrada" y conllevará "un esfuerzo" de los trabajadores porque en este momento son "conscientes" de que hay que hacer "concesiones y esfuerzos".

No obstante, ha vuelto a advertir de que si se impone la reforma y resulta "lesiva" para los derechos de los trabajadores habrá un conflicto.

Además, ha señalado que en España "jamás ha funcionado" una reforma laboral impuesta, sólo las pactadas, lo que, en su opinión, debería empujar a la patronal y al Gobierno a buscar un "punto de equilibrio".

En ese sentido, ha asegurado que hoy es un día "decisivo" en la búsqueda del consenso ya que esta tarde se celebrará la última reunión de la mesa del diálogo social y será al máximo nivel.

Acerca del paro en el sector público de este martes, que tuvo un seguimiento del 75% según los sindicatos y del 11,85% según el Gobierno, Méndez ha dicho que era "absolutamente previsible" la "guerra de cifras".

El líder sindical ha indicado que las movilizaciones de ayer se convocaron por "dignidad" y ha instado al Gobierno a no refugiarse en las cifras y a no llegar a la conclusión de que no hay malestar o de que los empleados públicos aceptan los recortes salariales.

"Confundir la guerra de cifras con que no existe un malestar sería un error muy profundo; y yo creo que hoy es un día en el que se pueden cometer errores y, sobre todo, los puede cometer el Gobierno", ha aseverado Méndez.