La segunda fase de cinco días de huelga convocada por el personal de cabina de British Airways (BA) llega hoy a su fin sin que se haya llegado a un acuerdo entre la dirección de la compañía y representantes del sindicato Unite.

Por ello, la tercera fase de cinco días de huelga está previsto que comience este sábado y los representantes de los trabajadores han amenazado con iniciar nuevos paros durante julio.

La última reunión entre ambas partes se celebró el pasado martes sin que llegaran a un acuerdo sobre los despidos previstos por la dirección de la empresa y por el deterioro de las condiciones laborales, asuntos que centran el malestar de los trabajadores.

Además el sindicato Unite ha pedido a la dirección de BA que restablezca las ayudas de viajes para el personal y que ponga fin a las acciones disciplinarias.

Cada día de huelga supone para la compañía unos costes de 7 millones de libras (8,36 millones de euros), aunque BA asegura que cada vez más trabajadores están abandonando los paros y volviendo al trabajo.

Ante esta situación, la dirección de BA ha asegurado que para las próximas jornadas de huelga -que comienzan el sábado- la aerolínea transportará a más de las tres cuartas partes de los pasajeros que tienen reservado un billete para esas fechas.

Además, esperan operar todos los vuelos previstos con dirección Sudáfrica con motivo del Mundial de Fútbol.

Estos vuelos se incluyen en el 80 por ciento de los de larga distancia a los que la compañía pretende dar salida desde el aeropuerto londinense de Heathrow la próxima semana, frente al 70 por ciento que salieron esta semana.

La aerolínea también ha anunciado su intención de operar el 60 por ciento de las rutas de corta distancia desde este aeropuerto, frente al 55 por ciento de la presente semana.

Los vuelos procedentes de los aeropuertos de Gatwick y London City seguirán sin sufrir cancelaciones.