El Gobierno no tiene aún una propuesta concreta para subir los impuestos a las rentas más altas, según afirmó ayer la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado. A pesar de que se había especulado con la posibilidad de que el Consejo de Ministros aprobase un nuevo impuesto para los ciudadanos que acreditasen un patrimonio superior al millón de euros, Salgado aseguró que el asunto no se había tratado y que, en todo caso, se abordará en "el momento oportuno".

No obstante, Salgado insistió en que una "constante" en su política económica es introducir una cierta progresividad en medidas como las aprobadas ayer. El que "más tiene, y está en mejor situación, debe aportar más que quien está en peor situación. Eso es una constante del Gobierno y lo va a seguir siendo", subrayó Salgado. La ministra de Economía insistió en que esta medida no es inminente y también señaló que aún no se había decidido ninguna fórmula concreta.

El ejemplo francés

Fue el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el que el pasado miércoles anunció que pediría un esfuerzo especial "a los que más tienen" y que se trataría de una medida que no afectaría a las clases medias. Todo apunta a que el Ejecutivo se inspirará el el Impuesto sobre las Grandes Fortunas que en Francia grava los patrimonios y las rentas superiores a los 790.000 euros. En el caso español se habla de una cifra de más de un millón de euros pero no está claro si se aplicaría sobre la renta o los bienes.

Al respecto, cabe recordar que el Gobierno dejó sin efecto el año pasado el Impuesto sobre el Patrimonio. Según algunas fuentes, este impuesto no está derogado, sólo suspendido, por lo que también podría reactivarse, algo que no parece probable.

El nuevo impuesto serviría para atender las peticiones del ala izquierda del PSOE y de otros partidos para complementar las medidas de ajuste del gasto público anunciadas por Zapatero hace una semana y aprobadas ayer.

Pocas rentas altas

En España, sólo el 4% de los declarantes ingresa más de 60.000 euros al año por rentas del trabajo y del capital, lo que convierte a este grupo, de unas 750.000 personas, en ricos oficiales, según datos de la Agencia Tributaria correspondientes a 2007. El problema es discriminar entre esa masa heterogénea, pues aunque todos están gravados con el mismo tipo impositivo, sus rentas son muy dispares.