El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, desafió ayer públicamente al presidente de ACS, Florentino Pérez, a lanzar un OPA por el 100% en metálico si desea "controlar" la compañía. A 48 horas de la celebración de la junta general de accionistas en Bilbao, Sánchez Galán convocó a 140 periodistas de toda España (varios de ellos internacionales) en el Auditorio del Museo Guggenheim para defender la estrategia mantenida por la eléctrica en la última década, sacar pecho de los resultados cosechados en 2009 (2.824 millones de beneficio neto del grupo) y advertir de que la empresa tiene planes definidos más allá de 2012 tanto a nivel nacional como internacional con inversiones previstas de 18.000 millones en tres años, de los que el 64% se concentrarán en EE UU y Reino Unido, y 9.000 millones serán para energías renovables.

La catarata de cifras lanzada por Sánchez Galán, que compareció flanqueado por el director económico financiero, José Sanz Armada, y el responsable de operaciones, José Luis San Pedro, no evitó que sobre la rueda de prensa planease constantemente el asunto del conflicto con ACS. La empresa presidida por Florentino Pérez, que posee algo más del 12% de las acciones, ha solicitado al consejo de administración la designación de un consejero en función de la proporcionalidad que le da haber agrupado el 6,67% de los títulos a través de su filial Residencial Monte Carmelo. Iberdrola emitió anteayer un comunicado en el que informaba de que ha solicitado informes jurídicos sobre la existencia de un conflicto de competencia entre ACS e Iberdrola, por entender que la primera extiende sus actividades también al área de la generación de energía. ¿Cuáles son esas incompatibilidades? ¿Por qué son consejeros de Iberdrola José Luis Olivas o Juan Luis Arregui, presidentes de entidades con intereses en el sector energético como el Grupo Bancaja en Renomar o Ence? Hasta más de 20 preguntas recibió Sánchez Galán sobre el asunto, que trató de esquivar como pudo.