Miles de personas de toda la provincia -11.000, según fuentes policiales, y 16.000, según UGT y CC OO,- se manifestaron en la tarde de ayer por las calles del centro de Alicante para rechazar la propuesta del Gobierno de reformar el sistema de pensiones, que significaría retrasar la edad de jubilación de los 65 a los 67.

Frente a lo que consideran una iniciativa "regresiva, insolidaria, equivocada e imprudente", los sindicatos convocantes reclamaban el "derecho a vivir la jubilación", según rezaban las pancartas, y exigían al Gobierno y a los partidos "a ponerse de acuerdo para sacarnos de la crisis". Igualmente, emplazaron al Ejecutivo, a la Generalitat y a las formaciones políticas a luchar contra la economía sumergida, a fomentar el empleo y a "mejorar el modelo productivo para que el trabajo sea de calidad y permita asegurar más nuestro sistema de pensiones", según el manifiesto conjunto de los sindicatos UGT y CC OO que se leyó al final de la manifestación.

La protesta contra el "pensionazo" concentró en la capital a trabajadores, jubilados, jóvenes, representantes de distintas asociaciones sociales, de comunidades educativas, así como de distintos partidos políticos de izquierda y de los sindicatos de todas las comarcas de la provincia en una de las movilizaciones "más multitudinarias que se recuerdan en Alicante", según las organizaciones sindicales.

Desde las siete y media de la tarde en que la protesta partió desde las escalinatas del instituto Jorge Juan y a lo largo del recorrido, los participantes no dejaron de corear consignas contra el recorte de derechos que supondría retrasar la edad de jubilación, así como contra los mercados financieros, a los que culpabilizaban de la actual recesión. Una de las consignas más escuchadas aludía a las elevadas jubilaciones que cobran ejecutivos de banca. "Las pensiones del banquero, para el parado y el obrero", repetían.

La manifestación recorrió un itinerario poco habitual en las movilizaciones sindicales. Discurrió por las calles General Marvá, la plaza de los Luceros, la avenida de la Estación, avenida de Salamanca y la avenida Maisonnave hasta llegar a la plaza de la Montañeta, frente a la Subdelegación del Gobierno. En Maissonnave, la manifestación se mezcló con los transeúntes que entraban a hacer sus compras en los establecimientos aún abiertos y con los que disfrutaban en las terrazas de las cafeterías.

Cerca de las nueve de la noche, la cabecera llegaba a la plaza de la Montañeta, mientras gran parte de los manifestantes aún portaban sus banderolas y carteles por la calle Maissonnave.

La pancarta de la cabecera la portaban los dirigentes sindicales de las distintas comarcas de UGT y CC OO, así como representantes de las ejecutivas de País Valenciano. Más de una veintena de autobuses trasladó a Alicante a trabajadores, jubilados y sindicalistas de otras ciudades de la provincia, desde el Vinalopó a las Marinas.

El secretario general de UGT en l´Alacantí, Óscar Llopis, fue el encargado de leer el manifiesto conjunto, donde se rechazaba frontalmente el "pensionazo" porque significaría un "recorte del Estado de bienestar" y un "mayor empobrecimiento en una situación que ya castiga a la clase trabajadora, cuyas pensiones, en muchos casos, no sobrepasan los 700 euros". UGT y CC OO acusaron al Gobierno de "crear desconfianza, temor y angustia" con su iniciativa y advirtieron de que no se puede "abandonar el Pacto de Toledo".

A la Generalitat, le emplazaron a cumplir con sus "competencias de empleo", a "resolver los problemas de los trabajadores de la Comunidad" -aludiendo concretamente a la aplicación de la Ley de Dependencia- y a "olvidarse de los fastos y del márketing". Y a los empresarios le criticaron que consideren la economía sumergida "como un mal menor".

Por su parte, la secretaria general de CC OO en l´Alacantí-Les Marines, Consuelo Navarro, instó al Gobierno y a los partidos a seguir el ejemplo dado por los sindicatos "que sí sabemos predicar con discurso común para salir de la crisis" y les instó a "que se pongan a trabajar porque parece que los que están de huelga son ellos". Los dirigentes de los sindicatos convocantes advirtieron de que seguirán movilizándose si no se retira el "pensionazo", aunque no amenazaron con una huelga general.