Consuelo Navarro se convertía ayer en la primera mujer en liderar el sindicato Comisiones Obreras de l´Alacantí-Les Marines con una ejecutiva renovada en un 44% y en la que la representación femenina supera de forma histórica a la masculina. Navarro salió elegida nueva secretaria general con un aplastante apoyo de los delegados del tercer congreso comarcal, ya que su candidatura -la única presentada- recibió 126 votos a favor, ninguno en contra y sólo una abstención. El empleo en plena etapa de crisis económica, la precariedad en su acepción más general, la igualdad y la acción sindical para cohesionar el territorio son sus principales preocupaciones y los objetivos del nuevo mandato que estrena.

Casi de forma similar su candidatura, sólo recibió tres votos en contra. La nueva dirigente ha rebajado la edad del comité y aunque ha mantenido los nueve miembros de la anterior etapa, ha invertido el dominio masculino, convirtiéndolo en un cinco a cuatro a favor de las mujeres, pero sin distorsionar el efecto equilibrio. Un gesto o una decisión que se presenta muy meditada y calculada con precisión ante la responsabilidad de tener que pilotar una nueva etapa dentro del sindicato.

Los afiliados a CC OO cerraron ayer un cónclave de cambio, al mismo tiempo que emotivo, ya que se despedía José de la Casa, que ha sido en los últimos diecisiete años el líder de la organización. Su informe de gestión obtuvo el apoyo del 97,6% de los delegados y sólo fue castigado con tres abstenciones. Los asistentes le dijeron adiós con un extenso aplauso y puestos en pie.

La edad de la nueva dirección pasa de una media que superaba los cincuenta años en la anterior ejecutiva a una que no llega a los cuarenta. Consuelo Navarro tiene 38, frente a los casi 60 de José de la Casa. Además, la nueva secretaria general ha renovado el 44% de la ejecutiva al salir José de la Casa y otros compañeros que o bien se jubilan o pasan a desempeñar otras tareas en estructuras de País Valenciano. Mantiene a Salvador Roig, que seguirá en las tareas de comunicación, a Magdalena Giner, encargada de las finanzas y a Mari Carmen Trujillo, de la federación de construcción en Benidorm. Los nuevos nombres son Alejandro Caballero (administración pública), Javier Pérez Ferre (salud laboral); Ana Belén Cebrián (actividades diversas), María Candelas (servicio de asesoramiento del sindicato) y José María Ruiz Olmos (Pepo), que recupera para el área de cooperación.

Las prioridades fijadas para este nuevo periodo serán reforzar las áreas de empleo y formación, acción sindical así como las áreas de política social e igualdad. "Estamos en una situación muy complicada con unos altos niveles de precariedad en el empleo y con miles de personas que están siendo despedidas de sus trabajos", señaló Navarro, quien en su primer discurso como nueva secretaria general no dudó en reclamar a la confederación de CC OO más recursos "sostenidos y continuados para realizar la actividad sindical, para que nuestros afiliados tengan las mismas oportunidades, residan donde residan". En su intervención, que dirigió a cada una de las federaciones, se comprometió a combatir las desigualdades en todos los ámbitos y centros de trabajo, llegando a citar a dos empresas como Ortiz y Bonnysa y otra del sector transporte, que, por contra, eludió nombrar.

La emoción le entrecortó el discurso al referirse a su antecesor José de la Casa, "que me dio la oportunidad hace cuatro años de entrar en la ejecutiva". También recordó a otros miembros salientes como José García Quesada (Chamorro) y Francisco Coso, que anteriormente habían recibido un largo aplauso de los delegados puestos en pie.

Muchos aplausos en la mañana que iniciaba el cambio

Era previsible. Ayer en la sesión final del congreso de CC OO en l´Alacantí-Les Marines hubo muchos aplausos. Para José de la Casa, que decía adiós tras 17 años como líder; a Consuelo Navarro por ser la primera mujer en asumir la secretaría general de la organización; a su ejecutiva y, también, a dos referentes en el sindicato y miembros de la anterior ejecutiva como José García Quesada (Chamorro) y Francisco Coso. Todos estaban tranquilos, aunque emocionados, porque la transición y la nueva etapa hacia el cambio se saldaban con consenso. No había discrepancias que se materializaran en una lista alternativa. El reflejo fueron las votaciones con pocos votos en contra y pocas abstenciones.