"Son unas cuantas bajas y tampoco es el mejor momento", admitió el técnico, para el que lo positivo es que al menos espera recuperar a la mayoría de jugadores en una semana aproximadamente, aunque declaró que es "una lástima" y apeló al "orgullo" y el "carácter" de sus futbolistas disponibles para no acusar las bajas. A su juicio, deben ser "un motivo para luchar con orgullo con la gente que tenemos".

Pese a las bajas y a la dificultad del rival, Rijkaard no quiere que el pesimismo acompañe a los barcelonistas en las horas previas de un partido que puede determinar las opciones de su equipo en la pelea por la Liga. Por ello, pidió que le preguntasen por los efectos que tendría un triunfo, y no una derrota, porque considera que no deben pensar en negativo, "ya que entonces es mejor quedarse en casa", señaló.

"Mi sensación es que es un partido clave para nosotros y creo que cumplir el trabajo", dijo, aclarando después que eso significa ganar, "tendrá un efecto psicológico muy fuerte para nosotros, sin duda". Rijkaard destacó que la victoria de la pasada jornada ante Osasuna, conseguida en el último minuto y que le permitió arañar tres puntos al Madrid después de la derrota de los blancos en Almería, fue "anímicamente muy importante" para el Barça.

Al técnico holandés le recordaron que el Barça inició con un triunfo en Sevilla gracias a un gol de Patrick Kluivert hace cinco campañas, en la primera de Rijkaard en el club catalán, una remontada respecto al Real Madrid, que permitió a los azulgrana recortarle 15 puntos y acabar segundos en una Liga que se llevó el Valencia. Para Rijkaard, sólo es "una anécdota", pero cree que "ahora es parecido porque vuelve a ser un partido importante".

Así, remarcó que conseguir un buen resultado "reforzaría al equipo y al club" en sus aspiraciones de éxito esta temporada. El Barça acude a este partido después de haber firmado su peor racha goleadora del curso --sólo cuatro tantos en los seis últimos partidos--, pero Rijkaard dijo no estar preocupado por ello, ya que considera que sólo depende de que sus delanteros "tengan el día", aunque insiste en pedir "rapidez" en el juego ofensivo.

"Siempre hemos creado ocasiones y creo que es cuestión de la forma del día de los jugadores, pero es verdad que, cuando robamos el balón, hay que llegar antes y no dar tiempo al rival a organizarse otra vez. Casi nunca me quejo de las ocasiones falladas, porque eso puede pasar, y lo realmente importante es crear las ocasiones. Si nuestros delanteros tienen el día, los goles llegarán", explicó.

Por ello, no quiere dar mayor trascendencia a la baja de Samuel Eto'o, pese a que reiteró que, "siendo egoísta", preferiría que hubiese vuelto ya de la Copa de Africa, en la que el camerunés jugará la final este domingo. "Todavía le tendremos que echar de menos", concluyó, tras haber reconocido que le gustaría que hubiese vuelto "lo antes posible", pero que sabe que "es un torneo importante para él y para su país" y le deseó "toda la suerte" en la final.

POSIBLE SUPLENCIA DE RONALDINHO.

Por sus explicaciones, todo apunta que en Sevilla formará en ataque con Leo Messi, Thierry Henry y Andrés Iniesta, mientras que Ronaldinho de Assis empezaría en el banquillo, como ya ocurrió en los dos partidos que lleva el brasileño con el equipo, ante el Villarreal en la Copa y el Osasuna en la Liga, después de haber estado más de un mes de baja. Rijkaard reconoció que todavía no ve en forma al '10' barcelonista para jugar un partido entero.

"Ronaldinho está creciendo y tiene que seguir trabajando para volver a la forma y poder ayudar al equipo y marcar diferencias. Tiene que prepararse e sumando minutos para llegar a un estado de forma física en que se encuentre perfecto para jugar los 90 minutos", avanzó Rijkaard, quien además reconoció que las subidas de Daniel Alves pueden condicionar su alineación, lo que refuerza a Iniesta en la banda izquierda del ataque.

Por la otra banda, quien creará peligro por parte sevillista es Diego Capel, que ya le creó muchos problemas al Barcelona en la Copa del Rey. En la defensa, Rijkaard confirmó la "gran posibilidad" de que Oleguer Presas juegue de lateral izquierdo, debido a las bajas de Puyol y Zambrotta, y mostró confianza en el defensa catalán, pese a que lleva un par de meses sin jugar, y en poder ganarle la partida al Sevilla.

De Oleguer, admitió que, "como todos, necesita ritmo, pero a menudo ha demostrado tener sangre fría en estos momentos y casi siempre ha dado lo mejor de sí mismo", y en cuanto a las dificultades de frenar a Capel, comentó que "se pueden poner todos los laterales del mundo que, si Capel está en forma, le tocará sufrir", pero que de antemano no le preocupa porque confía en la actuación de su equipo en defensa.

En la media, la duda radica en la alineación o no de Rafa Márquez, que hoy regresó de Estados Unidos tras haber jugado este jueves un amistoso con su selección. Rijkaard valorará mañana la situación, aunque reconoció que, en caso de que juegue en Sevilla, será "un máximo esfuerzo para él, porque han sido muchas horas de viaje y se necesita tiempo para recuperarse después de jugar un partido en otro continente".