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osé Carlos Granero y su cuerpo técnico disponen de un arma más para exprimir al máximo a sus jugadores. El Alicante ha comenzado a aplicar un novedoso sistema informático para controlar en tiempo real la evolución de cada futbolista durante un entrenamiento, al objeto de dosificar esfuerzos, evitar anomalías y, en definitiva, maximizar los resultados de cada sesión.

El equipo de última generación, diseñado en Finlandia y con un coste de 4.500 euros, se compone de 20 pulsómetros, uno por cada jugador, que trasmiten al instante datos respecto a la frecuencia y variabilidad cardiaca de cada futbolista, así como de la deuda de oxígeno. Dichos dígitos "on-line" son procesados en un ordenador, evaluados al instante por el cuerpo médico -Javier Soro y Carlos Ortí- y contrastados día a día por todo el cuerpo técnico.

Equipos del más alto nivel, como Barcelona, Valencia o Liverpool, ya han incorporado esta herramienta vanguardista de trabajo. A nivel provincial, sin embargo, no existen precedentes. La ventajas, según el galeno Javier Soro, son múltiples. "Permite corregir muchos errores, adecuar los tiempos de descanso, hacer que los jugadores que se están esforzando menos alcancen su nivel, explicar las bajadas en el rendimiento y evitar fatiga o sobreesfuerzo".

Miguel Marí, preparador físico celeste, considera el nuevo sistema como un "arma muy útil" que logra "tener todo bajo control y al instante. La información es inmediata, en tiempo real, y nos permite ver si el trabajo realizado es el que buscábamos".

"Otro de los objetivos -añade Soro- es conseguir llegar al último tramo de competición en la mejor forma posible, prestando más atención a aquellos jugadores que más minutos acumulan", como por ejemplo David Malo o Germán Rojas.

Los resultados permitirán declinarse entre un jugador u otro en caso de duda a José Carlos Granero, que admite estar "encantado" con el sistema. "Ahora lo tengo todo bajo control", comenta en tono jocoso el técnico, que desde ahora tiene su propio "radar" dentro la nave celeste.