El mediapunta Antonio Cañadas se prestó voluntario la noche previa al partido en Lleida a conocer la calidad de su sueño. La tecnología determinó que más del 90% del mismo fue reparador, signo de que el murciano durmió a pierna suelta, como un niño. "El sistema nos permite analizar las horas de sueño y determinar si el futbolista acumula fatiga o estrés por su carga de entrenamiento que le impiden descansar antes de un partido", destaca Marí. La intención del cuerpo técnico es controlar los niveles de descanso de cada jugador cada que vez que el equipo celeste se concentre antes de un encuentro.

"Toda la plantilla se sometió por separado a una prueba de esfuerzo para tener los valores de referencia y, a partir de ellos, ajustar los parámetros del sistema", subraya Javier Soro, quien a su vez considera que "conforme vayamos acumulando más datos a lo largo de las semanas obtendremos resultados más completos".