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os cuestionados Javier Subirats y Andoni Goikoetxea compartieron mesa y mantel con casi toda la plantilla del Hércules en la noche del miércoles, en el restaurante "Katagorri Golf". Los técnicos y los futbolistas hicieron piña tras tres días intensos en los que la sombra de la destitución planeó sobre el entrenador y el director deportivo.

Como no podía ser de otra manera por los resultados y las reuniones en la cumbre, el ambiente enrarecido marcó la cena, a la que sólo faltaron Álvaro Cámara, Juanma, César (en La Coruña); y Prats, así como Higinio García, ayudante de Subirats, quien se encontraba indispuesto.

A la cita no estaban invitados los miembros del consejo de administración, ya que se trataba de un acuerdo entre los jugadores y los técnicos. De hecho, Goikoetxea fue quien anunció la cena en caso de que se ganara al Granada 74. El equipo no pasó del empate, pero, aún así, los jugadores pidieron hacerla, por medio de Ariel Montenegro, y el argentino se lo hizo saber al preparador vasco. En principio estaba previsto que se realizara una comida, pero finalmente los futbolistas apostaron por una cena. Parte del importe de la misma se cubrió con el dinero recaudado por las multas a los jugadores, la mayoría por cuestiones menores (por ejemplo, por llegar tarde);.

La cena puso punto y final a una semana convulsa en los despachos del Rico Pérez, ya que los máximos accionistas tienen en su punto de mira a Goikoetxea y Javier Subirats. De hecho, el vasco tiene las horas contadas como entrenador si el Hércules pierde en Albacete, mientras el director deportivo ya es consciente de que sólo un ascenso a Primera le mantendría en el cargo otra temporada más.