La selección española de fútbol sala se clasificó para la final del Europeo al imponerse en semifinales a Portugal, equipo anfitrión, en los lanzamientos de penaltis después del 2-2 registrado en el tiempo reglamentario.

Tras finalizar sin goles el primer tiempo, la selección española buscó la victoria en el segundo tiempo. Sin embargo, Portugal pondría las cosas muy difíciles al adelantarse con dos goles. Quedaban menos de cinco minutos y España buscó el milagro. En un abrir y cerrar de ojos, los españoles neutralizaron la ventaja portuguesa para llegar a los últimos dos minutos con 2-2 en el marcador.

El partido llegó a los penaltis y ahí la fortuna sonrió a España por 4-3.

Italia, el otro finalista En la otra semifinal, Italia se clasificó para la final del Europeo de fútbol sala al derrotar a Rusia por 2-0. Apenas el partido había comenzado a respirar Italia se adelantó por medio de Grana, que aprovechó el lanzamiento de una falta botada a un metro escaso del área rusa.

Italia puso sobre el parqué la intensidad propia de todas las selecciones «azurras», mientras que Rusia vivía de la magia de sus dos jugadores de origen brasileño, Cirillo y Pele Júnior. Sin embargo, esto no fue suficiente para inquietar a Italia, que se sentía cómoda y que reservó energías para la final.

La inquietud en el banquillo transalpino sólo llegó en la segunda mitad, cuando Rusia subió líneas y comenzó a presionar sin pausa. De este cambio de panorama, surgieron las grandes ocasiones rusas entre los minutos 27 y 28, cuando Pelé Júnior estrelló un disparo al poste izquierdo y Cirilo envió al larguero una bola que después fue a caer en la línea de gol, o eso consideraron los árbitros.

Pero fue un espejismo, porque nuevamente Italia aprovechó la oportunidad para ampliar la ventaja y convertirse en el rival español en la final.