Costa Blanca y Bruesa disputarán uno de los que, a priori, se pueden considerar partidos de la temporada. Aunque Quim Costa y Pablo Laso, técnicos de ambos equipos, no quieren otorgarle ni una pizca de dramatismo, lo cierto es que el que salga vencedor del choque no sólo será líder en solitario de la LEB sino que habrá dado un golpe anímico a su rival.

El conjunto alicantino afronta el encuentro después de haber logrado un importante y difícil triunfo en la última jornada, en la pista del Tenerife, donde el Bruesa precisamente cosechó la que es su única derrota hasta el momento.

Será el segundo de los cuatro partidos consecutivos que debe afrontar el equipo de Costa en el mes de noviembre ante rivales directos en la lucha por lograr el ascenso a la ACB.

El encuentro tiene tintes de convertirse en un partido muy físico, como suele ser habitual en los choques que disputa el Costa Blanca. Además, el Bruesa también cuenta con una gran profundidad de banquillo, por lo que teóricamente le permitirá oponer una oposición mayor de la habitual al equipo alicantino.

Una de las principales preocupaciones de Quim Costa es cómo arrancará el partido el Costa Blanca ya que está teniendo problemas para iniciar los partidos en plenitud de condiciones y se suele ver obligado a remontar marcadores adversos en la segunda mitad, algo que puede tener más complicado ante un equipo como el Bruesa.

Parar a Andy Panko y Bernard Hopkins, los dos jugadores franquicias del equipo donostiarra, puede ser una de las claves del partido, aunque Costa destacó al Bruesa "como un equipo" y, por tanto, intentará oponerle resistencia como tal.