E l Rico Pérez tiene una ubicación magnífica y creo que se puede hacer algo excepcional», afirmaba Carlos Lamela, una auténtica referencia en la arquitectura española, tras visitar ayer el estadio para elaborar uno de los proyectos de reforma que se presentarán en un plazo máximo de tres meses y que irán a concurso. Durante una hora, Lamela recorrió la instalación herculana junto con Enrique Ortiz y Valentín Botella para hacer un estudio sobre el terreno de las posibilidades que ofrece el Rico Pérez y su entorno. Aunque el máximo accionista del Hércules afirmó que el reconocido arquitecto habia salido «espantado» por el estado que presentaba el coliseo y, sobre todo, de los aledaños. «Los que somos aficionados al fútbol y llevamos tiempo en la arquitectura deportiva sabemos que los estadios que no han tenido un buen mantenimiento se encuentran deteriorados. Eso pasa en todos los campos», matizó Carlos Lamela para añadir que «hay mimbres, ahora hay que hacer el cesto. Lo mejor de todo es la ubicación porque es como una bolsa que se ha quedado un poco olvidada en Alicante. Creo que habría que aprovechar todo esto para que el estadio sea un punto de referencia en la ciudad».

Carlos Lamela considera que la estructura del Rico Pérez es muy aprovechable y cree que se podrá respectar el singular diseño de un estadio que no cuenta con dos gradas iguales. «La estructura de hormigón del estadio está muy bien y en principio creo que no habría necesidad de tirar ninguna grada. Además, el campo tiene una buena capacidad, porque estamos hablando de unos 30.000 espectadores, y lo más importante en este proyecto es lo que se puede hacer en los espacios exteriores».

El arquitecto asume la dificultad que entraña trabajar sobre un estadio de fútbol que ha experimentado ampliaciones como el Rico Pérez -grada mundialista-. «A los estadios les pasa un poco como a los aeropuertos. Se van haciendo a lo largo de los años en función de las necesidades de los equipos. Si hay un ascenso a Primera, se construye una grada nueva; si hay un Mundial, se amplía de nuevo. Casi todos los campos van ampliándose poco a poco y no hay una visión de conjunto en cada remodelación. Aquí, de lo que se trata es que lo que se haga sirva para muchos años».

Aparcamiento Lamela habló también de la viabilidad de un parking en el Rico Pérez aunque indicó que sólo sería rentable si su utilización no se centra únicamente a los días de partidos de fútbol. «La dotación de plazas de aparcamiento en un estadio de fútbol es importante. Sin embargo, el problema de los campos de fútbol es que la utilización que tiene es corta. Estamos hablando de instalaciones que tienen un uso de unas 70 horas al año y hacer una infraestructura de esta envergadura para utilizarla una vez cada 15 días es una ruina salvo que se complemente con otros usos».

El Estudio Lamela admite que dispone de total libertad para presentar el proyecto que considere más atractivo. «El club nos ha dado total libertad para que nosotros hagamos la propuesta que creamos más conveniente. Estamos muy agradecidos que el Hércules haya pensado en nosotros para este proyecto».

La experiencia en remodelaciones en otros estadios de fútbol -Santiago, Bernabéu, Sánchez Pizjuán, etc- podría jugar a favor de Carlos Lamela en el concurso del Rico Pérez. En este sentido, el arquitecto reconoció que «desde luego es una pequeña ventaja que tengamos experiencia en arquitectura deportiva y, en especial, en estadios de fútbol», concluyó.