La final de la Champions entre Real Madrid y Liverpool está a la vuelta de la esquina. Es este sábado. Esta mañana sonaba el himno de la Décima interpretado con una flauta vietnamita. El día empezó en Valdebebas y terminará en Kiev, la ciudad donde esperan conquistar la Champions League. [Sigue en directo la final de la Champions League el sábado desde las 20.45 h.].

Zinedine Zidane cuenta con toda la plantilla, más dolor de cabeza para el francés, que sigue sin dar pistas sobre el once. El capitán blanco Sergio Ramos ha aprovechado sus últimas horas en la capital para cortarse el pelo e ir a los toros. El equipo inglés también ha viajado este mediodía a Kiev, y todas las miradas están puestas en el egipcio Mohamed Salah. La estrella del Liverpool ha confirmado que jugará la final en ayunas por el Ramadán. Dice que no le afectará para nada en su rendimiento.

Mientras, los aficionados del Liverpool y del Real Madrid se han quejado de la subida del precio del alojamiento en la capital ucraniana, en la que algunos hosteleros incluso han aumentado hasta 100 veces la tarifa normal de sus habitaciones.

Los aficionados se están viendo obligados a pagar precios desorbitados por el alojamiento, con los hosteleros cobrando hasta 100 veces más la tarifa normal. Incluso algunos seguidores vieron como sus reservas hechas con antelación fueron anuladas para poder aumentar los precios según se acercaba el día del partido.

El presidente ejecutivo del Liverpool Peter Moore señaló que la capital ucraniana, que ya organizó la final de la Eurocopa 2012, está teniendo muchas dificultades para gestionar los vuelos y el alojamiento. "Simplemente no tiene la infraestructura de aeropuertos y la capacidad de hoteles para un evento de esta talla", señaló al diario Liverpool Echo.

Entre los aficionados del Real Madrid los problemas son similares. Según la prensa, 2.000 devolvieron sus entradas debido a las dificultades logísticas y a la espiral de costes, aunque el club no ha confirmado esta información.

"Todo ha sido una pesadilla"

Marcos Sánchez, fan del club blanco, reservó su hotel con mucha antelación, pero vio como su habitación fue anulada y los precios se dispararon.

"Todo ha sido una pesadilla, lo publicamos en las redes sociales e incluso periodistas ucranianos me han llamado porque ofrece una mala imagen de la ciudad y del país", señaló.

"La gente ha creado un grupo en Facebook ofreciendo sus casas en Kiev de manera gratuita y ha ido fenomental, es auténtico", añadió.

El alcalde de Kiev Vitali Klitschko, antiguo campeón mundial de los pesos pesados, respondió con dureza, calificando como "noticias falsas" las informaciones sobre las entradas devueltas.

"No quedan habitaciones de hotel para la Liga de Campeones", añadió. "Que los precios hayan subido antes de un evento mayor ocurre en otros lugares, no solo en Kiev, es una práctica mundial, son las reglas del mercado", explicó.