Es el auténtico pilar del Lucentum. Podrá meter más o menos puntos, pero su presencia en la pista es clave para la buena marcha del equipo. En su despedida de las canchas está ofreciendo un baloncesto de un nivel altísimo. El Pedro Ferrándiz se rinde a sus pies en cada uno de los partidos. No hay duelo en el que el base segoviano no acabe ovacionado y con la gente entregada. Una lección tras otra de entrega, de magisterio con el balón en las manos, de liderazgo...

La comunión entre Pedro Rivero y sus compañeros está dando resultados espectaculares a lo largo de todo el año. Si el base está inspirado, muy bien tiene que hacerlo el rival para sorprender al equipo alicantino. Nacido en 1979, mide 186 cm de altura y ya jugó en Alicante en la temporada 2012-2013. Lo rescató Guillermo Rejón, no sin esfuerzo, procedente del Club Melilla Baloncesto. El segoviano ha disputado dos temporadas en ACB y es uno de los jugadores más experimentados de las Ligas LEB. Tanto es así que es el tercer máximo anotador de la liga LEB Oro, ocupa la segunda posición en el ranking de asistencias y lidera la tabla de máximos anotadores de tiros de tres puntos. Asimismo, Rivero cuenta en su palmarés con dos títulos de la Copa Príncipe, así como con cuatro ascensos a ACB: Basket Zaragoza (2010), CB Murcia (2011), Lucentum Alicante (2013) y Club Orense Baloncesto (2015).

Es un placer ver jugar al base lucentino. Su técnica le convierte en uno de los jugadores más difíciles de defender y no es raro verle magullado todos los partidos en los intentos de los rivales por frenarlo. De excelsa puede calificarse su actuación en los dos partidos ante el Ávila. 9 triples y 18 asistencias entre ambos duelos y 26 y 25 de valoración. Datos de un base capaz de hacer magia con el balón en las manos. En su última temporada como jugador está dispuesto a llevar al Lucentum al lugar del que nunca debió salir.

«2-0 sigamos así. Hay días menos acertados, pero el trabajo tiene que ser igual siempre. Enhorabuena a todos. Mención especial para los tocados, gran esfuerzo». Palabras de Pedro Rivero horas después de conseguir la segunda victoria en Alicante.

Junto al base lucentino, la temporada de Amadou Sidibe también está siendo altamente positiva en su primera temporada en España. Junto a Rivero fue vital en la victoria ante el Ávila del domingo. Se convirtió en el dueño del aro a base de puntos y rebotes.

En general, la labor de equipo es lo que está haciendo triunfar al HLA convirtiéndose en el máximo favorito a ascender de categoría. La afición ha vuelto al Centro de Tecnificación en la búsqueda de la LEB Oro. El camino no puede ir mejor aunque todavía quedan escalones por subir. Una victoria más ante el Ávila y tres en una final que todo apunta a que será ante el Canoe, que gana 0-2 a domicilio ante el Albacete.

El tercer partido de la serie se disputará este viernes a las 20.30 horas en Ávila. Si hay derrota lucentina el cuarto encuentro tendría lugar el domingo a las 19.00 horas. Una plaza para la gran final está en juego.