ANÁLISIS

n En la última Liga de Andrés Iniesta, el mayor protagonista de este Barcelona campeón e invicto en la temporada regular ha vuelto a ser Leo Messi. Camino de los 31 años -los cumple el 24 de junio- el «crack» argentino ha sido una vez más el elemento diferencial del equipo de Ernesto Valverde: para dirigir todo el juego de ataque -jugar y hacer jugar a los suyos- y para liderar las listas de máximos goleadores en España y Europa.

Además de ofrecer nuevas variantes de su espectacular juego desde una posición más retrasada, cercana a la media punta, Messi también ha brillado este curso como rematador. El atacante del Barcelona comenzó a sentenciar el «Pichichi» de LaLiga Santander con un triplete el pasado domingo ante el Deportivo de La Coruña en la jornada 35 de LaLiga Santander, con el que suma 32 goles, para rubricar el título culé en Riazor y ponerse al mando además de la Bota de Oro en Europa.

Messi sentenció la 25º liga para el Barça con tres dianas ante un Dépor que consumó su descenso a Segunda, en la misma fiesta culé. El argentino se distancia en el «Pichichi» con el segundo clasificado, un Cristiano Ronaldo con ocho goles menos que el argentino. El portugués no jugó en la victoria del Madrid sobre el Leganés (2-1) el pasado sábado.

Mientras, tercero en la tabla de máximos goleadores en la Liga española sigue el también azulgrana Luis Suárez, con 23. La jornada no dejó más goles en un «top 5» del Pichichi que completan Iago Aspas (RC Celta), máximo goleador nacional con 20 dianas, y el atlético Antoine Griezmann (19).

El «10» culé superó además, por un gol, al egipcio del Liverpool Mohamed Salah (31), para liderar la clasificación continental de goleadores, en lucha por la Bota de Oro. Además, Salah se arriesga a perderse lo que queda de Liga inglesa si la Federación entra de oficio a analizar una posible agresión del jugador del Liverpool al del Stoke City Martins Indi durante el partido del pasado sábado, que no fue sancionada por el árbitro. En tercer lugar del «Pichichi europeo» se sitúa Inmobilie, del Lazio, con 29 dianas.

«Ganar una Liga sin perder es muy difícil. En general fue una Liga muy especial para todos por no haber perdido ningún partido. Tuvimos momentos difíciles y así todo los superamos sin derrotas», comentó Messi tras el partido con el Deportivo en Riazor.

La acertada apuesta del Txingurri

Junto a Messi, otro gran protagonista de la séptima Liga blaugrana en los 10 últimos años ha sido el entrenador Valverde, que cogió al equipo en agosto con el descalabro de la Supercopa de España ante el Real Madrid, pero ha sabido rearmar y dar solidez a una plantilla que se enfrentaba al vacío dejado por la marcha del delantero brasileño Neymar al PSG.

El Barça arrancó la Liga con fuerza y confianza y fue creciendo hasta alcanzar su momento álgido en vísperas de la pasada Nochebuena en el Bernabéu, donde una contundente victoria (0-3) le proclamó como claro candidato al título, condición que supo mantener con pulso firme en la segunda vuelta.

El nuevo proyecto de Valverde empezó como un tiro en Liga, sumando siete victorias consecutivas con tan solo dos goles recibidos, una solidez defensiva que acabó siendo su principal argumento junto con la omnipresencia de Messi. De hecho, a falta de cuatro jornadas, Ter Stegen y Oblak siguen peleando por el «Zamora».

La primera gran prueba llegó en la jornada 8 con la primera visita de su historia al Wanda Metropolitano. Se adelantó el Atlético con un gran disparo en la primera parte de Saúl, pero Luis Suárez logró salvar un punto marcando de cabeza a falta de diez minutos (1-1) que consolidaba la dureza del Barça y confirmaba la apuesta por el esquema 4-4-2 que se ha mantenido todo el curso, con 10 titulares casi fijos y un undécimo puesto que empezó siendo para Paulinho y ha acabado en manos de Coutinho, fichado en el mercado de invierno.

Tras una nueva racha de cuatro victorias, llegó la polémica visita en la jornada 13 a Mestalla, donde Jordi Alba volvió a salvar un punto para el Barça en la recta final (1-1), aunque debieron ser tres porque el árbitro se «tragó» un claro «gol fantasma» de Messi que volvió a avivar el debate sobre la videoasistencia arbitral (VAR).

Para cerrar la primera vuelta, el líder aún se dio otro gustazo rompiendo su «maldición» en Anoeta (2-4), antes de un mes de enero donde la dureza del calendario le pasó factura, sumando dos empates seguidos en campo del Espanyol (1-1) y en casa ante el Getafe (0-0) que permitieron soñar al Atlético. Pero el sueño duró poco porque en la jornada 27, con los «colchoneros» a cinco puntos, otra vez Messi hizo añicos las ilusiones rojiblancas con un gol de falta directa en el Camp Nou. 1-0 y Liga a la vista. Ahora, el Barça se centra en disfrutar e intentar mantenerse invicto en los cuatro partidos que quedan (Real Madrid el próximo domingo, Villarreal, Levante y Real Sociedad).