n Jugar con fuego suele ser una práctica nada aconsejable puesto que puede deparar consecuencias irreparables. El Alcoyano, ajeno a esta recomendación, parece empeñado en dar otra vuelta de tuerca a una temporada para olvidar prolongando el sufrimiento de su afición. La vista al campo Son Malferit de Palma de Mallorca suponía una excelente oportunidad para liberarse definitivamente del fantasma del descenso. Bastaba con un punto, en el zurrón hasta el gol olímpico del minuto 86, para certificar el objetivo de manera matemática y contemplar los toros desde la barrera las dos últimas jornadas.

El equipo de Mario Barrera, no obstante, prefiere permanecer sobre la arena viendo de cerca los pitones al astado dotando de un innecesario suspense el desenlace de la Liga regular. La derrota contra el Atlético Baleares, sin paliativos, unido al triunfo vespertino del Olot sitúa al Deportivo cinco y cuatro puntos por encima del descenso directo y de la promoción respectivamente. Por tanto, no existe margen de error el próximo domingo contra el Atlético Saguntino cuyas opciones de salvación pasa inexcusablemente por los puntos de El Collao.

Las numerosas ausencias (6) dejaron al entrenador, Mario Barrera, sin apenas margen de corrección durante el encuentro, de claro dominio local. Su colega Mandiola, viejo conocido de su etapa en el Eibar, inculcó a sus pupilos el arma de la intensidad para superar la línea de cinco defensas de su rival, más preocupado por mantener el balón alejado de su área que por probar los reflejos de Aulestia, un espectador más.

El Atlético Baleares pudo inaugurar el marcador nada más arrancar el choque. Gustavo Alles le ganó la espalda a Barreda, ayer central, disparando con intención sobre el marco de Miguel Bañuz, pero Álvaro García sacó el esférico en la misma línea de gol tomando como referencia las imágenes en directo ofrecidas por la televisión balear. En la acción posterior, Xisco Hernández dispuso de otra clara ocasión aunque acabó disparando al lateral de la red. Gustavo Aller se coló por el centro de la zaga plantándose ante Miguel Bañuz. El uruguayo imprimió tanta potencia al tiro que se le marchó muy por encima del travesaño.

El primer y prácticamente único remate del Deportivo entre los tres palos se produjo al filo del descanso, en el minuto 43. Mariano Sanz, de cabeza, dirigió elbalón al centro de la meta donde se encontraba Aulestia.

La tónica de dominio y verticalidad por parte del cuadro local se mantuvo en la reanudación con claro protagonismo para Xisco Hernández. Primero disparó con pierna izquierda por encima del marco. Acto seguido, tras recibir un balón de Kike lópez, se revolvió en el área obligando a Bañuz a enviar a córner. La última, antes de acertar, fue un latigazo desde el balcón del área escupido por la cruceta. Villapalos también puso a prueba los reflejos de Bañuz.

El éxtasis de los locales llegó con el partido agonizando. Xisco Hernández, beneficiado por el viento, ejecutó con habilidad un saque de esquina introduciendo directamente el balón en el fondo de la red, el denominado gol olímpico.

El Alcoyano apenas reaccionó pese a los cambios de Kilian y Miguel Ángel Nieto.