El ciclista ibense Rubén Plaza (Israel Cycling) se adjudicó ayer la XXXIII edición de la Vuelta a Castilla y León tras vencer con solvencia en la última etapa, que terminó en la Plaza de Santa Teresa de Ávila, y tras culminar una larga escapada, la mayor parte en solitario. El burgalés Carlos Barbero (Movistar) perdió el maillot multicolor, a pesar del gran trabajo de su equipo por echar abajo la fuga. El corredor alicantino, que prepara el Giro de Italia que se corre del 4 al 27 de mayo, fue el más listo de la jornada y se ha llevado la ronda con Edu Prades y Barbero en el podio.

Plaza, que ha estado un mes en Sierra Nevada trabajando, ya tiene su mirada puesta en una etapa de Giro, ya que de esta forma cerraría el círculo. «Tras ganar en el Tour y en la Vuelta es el objetivo personal que me queda como ciclista», señaló un emocionado Plaza, que con sus 38 años todavía le quedan retos en su vida deportiva. Todo un ejemplo.