El deporte femenino y el voleibol en particular viven muy alejados de los lujos que rodean al fútbol y tienen que pasar auténticas «miserias» para poder salir adelante a nivel económico.

Una buena prueba de ello es el Club Voleibol Elche Viziusport. El conjunto ilicitano se juega este próximo domingo (12 horas), en Lugo, el ascenso a la Superliga Femenina, la máxima categoría en España, y la expedición no podrá viajar en avión, ni siquiera en autocar a tierras gallegas por falta de recursos.

Las jugadoras estarán cerca de 12 horas en carretera para cubrir los cerca de mil kilómetros que separan ambas ciudades, ya que el desplazamiento lo van a realizar en dos furgonetas de nueve plazas cada una.

Pero todo no queda ahí. Los conductores serán el primer entrenador, André Collin, y su ayudante y estadístico, Jorge García. Además, para que el viaje sea más «cómodo» y las jugadoras tengan más espacio, junto a los técnicos, sólo se van a desplazar las diez jugadoras senior de la plantilla.

A pesar de la importancia del encuentro y que puede significar un ascenso histórico para el voleibol femenino ilicitano, las juveniles Belén y Claudia, que están formando parte del primer equipo, no van a poder viajar. Incluso, el segundo entrenador, Marcelo de Moura, tampoco estará en el partido debido a un compromiso de trabajo con su empresa de maquinaria de calzado que le va a llevar a Sevilla.

Penurias para alcanzar la élite

Y es que el voleibol no es el fútbol y los clubes pasan auténticas penurias para poder sacar adelante las temporadas, a pesar de estar a punto de alcanzar la élite.

El Club Voleibol Elche cuenta esta temporada con una plantilla en la que hay jugadoras brasileñas, cubanas, ucranianas, pero su presupuesto para la presente campaña apenas es de 50.000 euros, de los que cerca de 30.000 se destinan a desplazamientos.

A lo largo de la liga regular de la Superliga-2 han tenido que viajar a localidades como Sevilla, Almería, Granada, Castellón o Esplugues (Barcelona) y todos los han realizado en furgonetas. Además de dos viajes a Palma de Mallorca, uno en la Liga y otro en la fase de ascenso, que, como no quedaba otro remedio, sí que realizaron en avión.

Las jugadoras apenas cobran

Las jugadoras apenas tienen sueldo y para que viniesen al Elche les ofrecieron trabajo en la empresa Viziusport Arena City, principal patrocinador, que es un centro deportivo especializado en deportes de arena; fútbol, voley, tenis, pádel y preparación física. Algunas de ellas también lo compaginan entrenando a equipos de la cantera.

El entrenador del equipo, el brasileño André Collin, que ha llegado esta temporada al conjunto ilicitano después de ganar la campaña anterior la Superliga con el Naturhouse Ciudad de Logroño, en el que estuvo dos años y logró cuatro títulos nacionales: dos Superliga, una Copa y una Supercopa; no se sorprende de esta situación. «Es lo que hay. Así está el deporte femenino y el voleibol en España. Encima, vamos a tener que conducir los técnicos y no podremos llevar a las juveniles para que el resto de jugadoras estén más cómodas en el viaje. Por lo menos, el sábado por la tarde llegaremos y podrán descansar en el hotel».

Por su parte, el presidente, David Agulló, señala que «no podemos hacer otra cosa. La semana pasada ya nos gastamos más de 2.500 euros en el viaje a Palma de Mallorca y este viaje a Lugo, a pesar de hacerlo en furgoneta, también va a suponer un gasto importante por el hotel. Si conseguimos ascender, las chicas tendrán 12 horas de viaje de vuelta para celebrarlo», comenta Agulló entre risas y resignación.