El Mapfre concluyó ayer la séptima etapa de la Volvo Ocean Race, que ha cubierto 7.600 millas náuticas entre Auckland (Nueva Zelanda) e Itajaí (Brasil), en quinta posición y pierde el liderato de la general de la vuelta al mundo a vela, que ahora ostenta el 'Dongfeng Race Team' chino por sólo un punto de ventaja.

La tripulación del barco español puso fin a la etapa reina después de 21 días, 6 horas, 59 minutos y 9 segundos de navegación, adjudicándose un total de seis puntos, lo que le aparta del liderato en la general de la regata que ocupaba desde la segunda etapa.

El equipo de Xabi Fernández ha tenido que superar la rotura del carril del mástil nada más comenzar la etapa y el desgarro de la vela mayor cuando pasaban por Cabo de Hornos, lo que les obligó a deternerse para repararla.

«Ha sido difícil para todos nosotros», explicó el patrón vasco. «Esperábamos acabar mucho mejor, pero no es el fin del mundo, no es tan malo. En esta etapa hemos estado condicionados por problemas técnicos, pero no tiene nada que ver con el trabajo de la tripulación o la confianza que tenemos el uno en el otro. Hemos estado yendo muy bien hasta este momento y estoy bastante seguro de que seguiremos funcionando bien. Lo seguiremos dando todo para intentar ganar esta regata».