El Jove Español de San Vicente pelea esta temporada por regresar a Tercera División y recuperar la categoría perdida, pero la noticia del curso, más allá de un ascenso que tendrá que decidirse en el césped, la protagoniza un héroe de 12 años perteneciente a su fútbol base. El portero alevín Samuel C. B. ha donado médula para que su padre puede someterse a un trasplante que le permita superar el cáncer que padece desde hace años. «Es como un análisis de sangre, pero más largo, estás unas cuatro horas pegado a una máquina y te aburres un poco, pero no duele nada», explica el niño, que ahora está al cuidado de sus tías y abuelas debido a que su padre está ingresado en Valencia acompañado de su madre.

«Ni se nos había pasado por la cabeza que esto pudiera ver la luz o fuera interesante para la opinión pública, pero si sirve para concienciar de lo fácil que es donar médula y lo importante que es, que tenga toda la repercusión que haga falta», afirma Lorena, la madre de Samuel. Es profesora en un colegio y califica a su hijo como «un niño muy maduro y valiente» que en ningún momento dudó a la hora de ayudar a su padre.

«Al principio se asustó un poco porque tenía fobia a las agujas, pero cuando le explicaron lo importante que era, no se lo pensó, todo el mundo debe saber que la mayoría de donaciones de médula actuales se hacen de manera no invasiva, es como un análisis de sangre, un proceso totalmente indoloro», añade Lorena, que cuentas los días para regresar a Alicante y reunir de nuevo a toda la familia. «No tengo palabras para valorar el gesto de mi hijo, qué puedo decir», añade.

El padre se ha sometido ya a un trasplante haploidéntico, nombre que recibe la intervención cuando el donante es un pariente próximo. Por su parte, Samuel recibe ahora una medicación que únicamente le impedirá ir al colegio durante los próximos 15 días «para evitar posibles golpes fortuitos en la barriga», pero cuenta los días para volver a ver a sus amigos y, sobre todo, para ponerse debajo de una portería. «Cuando vamos a los entrenamientos a ver sus compañeros, se le van las manos, por suerte en un par de semanas ya estará dando guerra otra vez siempre que los médicos lo autoricen», explica su tía Beatriz.

El equipo alevín del Jove le dedico la victoria en uno de los partidos disputados recientemente en el Torneo Calvari de Benidorm y los técnicos y dirigentes del club sanvicentero están «orgullosos» del ejemplo dado por el pequeño.

Culé y herculano

Seguidor acérrimo del Barcelona y del Hércules, se mira en el espejo del portero alemán Ter Stegen e invita a Javier Portillo, director deportivo blanquiazul, «a cambiar la plantilla entera» tras el desastre de esta temporada. «Mi hermano pequeño y yo somos abonados, como mi padre y mi tío, voy al Rico Pérez porque prefiero ver un partido de fútbol que estar en casa, ahí me aburro más», afirma.

Samuel tiene un hermano pequeño, de 7 años, que aún no es consciente de lo que pasa en casa. «Él va de casa de una abuela a la otra, como si fueran unas vacaciones, pero no sabe lo que realmente está sucediendo. Samuel sí, es maduro para su edad y lo más difícil está siendo esta última etapa del trasplante ya que el padre está aislado y ahora ni siquiera lo puede ver», explica la abuela materna.

Por su parte, la madre de Samuel explica que el fútbol es la verdadera pasión de su hijo: «Desde los tres años está pegado a un balón, empezó a jugar en el Costa Alicante y este año ya pasó al Jove».