Liderado por un Cristiano Ronaldo insaciable -cuatro goles y una asistencia a Lucas Vázquez-. el Real Madrid prolongó ayer a costa de un buen Girona su tendencia al alza en este tramo final de la temporada, en el que su único objetivo al alcance en forma de título es la Liga de Campeones. Mostró una doble cara este Madrid: implacable en ataque -con buenas asociaciones, presión alta y una pegada letal de CR7-, pero demasiado vulnerable en defensa, ya que encajó tres goles de cabeza -dos de ellos a la salida de séndos corners- en la noche en la que descansaba el capitán y baluarte de la zaga Sergio Ramos.

El Madrid goleóa un Girona que visitaba por primera vez en la jornada 29 de LaLiga Santander el Santiago Bernabéu, liderado por un Cristiano Ronaldo que aprovechó el entendimiento entre Lucas Vázquez y Karim Benzema para lograr un póquer de goles y una asistencia que hicieron inútil el doblete de Christian Stuani para los catalanes y permiten a los blancos recortar diferencias sobre el Atlético.

Sin Ramos, fuera de la convocatoria, y con Modric, Bale y Casemiro en el banquillo, el acierto del portugués de cara a gol fue vital para el triunfo madridista, resolviendo con cuatro tantos un encuentro frenético en la segunda mitad, con ambos equipos enzarzados en jugadas ofensivas.

La asociación en el arranque del enfrentamiento entre Lucas Vázquez y Benzema generó peligro para la meta de un rival que visitaba por primera vez el Bernabéu. Entre ambos fabricaron la primera ocasión, en la que el gallego no supo definir en el mano a mano con Bono, y entre los dos construyeron la segunda llegada que desembocó en el gol blanco, cuando el guardameta de los gerundenses despejó a córner.

En el saque de esquina botado en corto, Cristiano Ronaldo apareció para empujar a las redes un centro de Kroos y prolongar su racha goleadora en 2018. A pesar del gol inicial, los de Machín no cambiaron su planteamiento y mantuvieron las líneas juntas en defensa para buscar su momento.

Con juego directo sobre Stuani y Portu y llegadas de Mojica por banda izquierda, los catalanes se acercaron a la portería defendida por Keylor. De nuevo en un lanzamiento desde la esquina, el uruguayo ganó el salto a su par para devolver la igualada a una contienda equilibrada sobre el césped.

Tras el descanso, volvieron a aparecer en escena Lucas y Benzema. Con una nueva asociación, el francés encontró el desmarque de Cristiano, que no falló en el mano a mano con Bono para mantener su escalada en busca del pichichi. El portugués se permitió incluso ser generoso con el gallego y, tras recibir un centro del galo dentro del área, optó por asistir a Lucas para poner una diferencia de dos goles a la hora de juego que dio tranquilidad a los de Zidane.

Los tantos mermaron moralmente a un Girona sólido hasta el momento y que no pudo contener el potencial ofensivo blanco. Las ocasiones empezaron a caer todas del lado de los madridistas, que se estrellaron con el larguero en un cabezazo de Nacho que pudo haber sentenciado el duelo. Pero sí lo hizo poco después Cristiano hasta alcanzar su póker de goles para tumbar a un bravo Girona, que nunca se rindió en Chamartín.