El jugador del FC Barcelona y capitán de la selección de Argentina Leo Messi ha reconocido que tras haber perdido tres finales con la albiceleste, entre Copa América y Mundial, no les queda "otra que ganar" el Mundial de este verano en Rusia para evitar que se puedan decir más "barbaridades" sobre el equipo, aunque recuerda que "el fútbol está lleno de sorpresas y no siempre gana el mejor".

"Se dijeron muchas cosas y barbaridades de nosotros, pensamos que si no somos campeones (en Rusia) se va a venir mucho más todavía y no nos va a quedar otra que ganar. Es lo que van a pedir, que ganemos. Ojalá que nos vaya espectacular y podamos disfrutar de la selección y del Mundial", manifestó Messi en 'La Cornisa' de América TV.

En la entrevista, Messi también recuerda el tratamiento al que se sometió para superar sus problemas de crecimiento. “Una vez por noche me iba pinchando la hormona de crecimiento. Iba cambiando de pierna. Primero una, después otra. No me impresionaba, al principio me la ponía mi mamá, mi papá. Cada noche. Hasta que aprendí y lo fui haciendo solo. Era una aguja muy chiquita, te metías y cargabas la cantidad que tenía que pincharme. No me dolía, ya era algo rutinario”, dice el argentino, que admite sus malos hábitos alimenticios en el pasado.

"He comido mal durante muchos años. Ya con 22, 23... Le daba a los chocolates, alfajores, gaseosa. Tenía de todo ahí dentro, un quilombo bárbaro. Ahora como bien. Pescado, ensalada, carne, verdura. De todo pero ordenado. De vez en cuando un poco de vino tampoco me hace mal. Noté mucho el cambio con el tema de los vómitos. Se dijeron muchas cosas. Al final me acomodé y no me pasó más".

Vida familiar

Además, siendo padre de tres hijos ha aprendido a no darle más importancia de la necesaria al fútbol aunque, eso sí, lamenta "hasta empatar" porque quiere ganar. "Hay cosas mucho más importantes que un resultado. Al final es un juego en donde todos queremos ganar y ser campeones. El fútbol está lleno de sorpresas y no siempre gana el mejor. Aprendí a convivir con que no siempre se puede ganar", manifestó.

Por otro lado, Messi subrayó que ha madurado como futbolista al aceptar que, en sus inicios, era más individualista que ahora. "Uno va aprendiendo. Antes cogía la pelota y hacía mi jugada, intentaba hacerla. Hoy intento hacer jugar más al equipo, que pase la pelota más por mí", comentó el de Rosario, ciudad a la que algún día le gustaría volver.

El azulgrana cree que la actual selección argentina ha tenido que escuchar demasiadas críticas y que no se da valor a haber llegado a tres finales. "Lo que sentimos toda esta camada que venimos jugando el último tiempo es un poco lo que nos hizo sentir la gente, parece ser que el haber llegado a tres finales no sirve de nada", lamentó.

"Dependemos de los resultados lamentablemente, por eso este es el pensamiento de todo este grupo que no pudo ganar ninguna de las tres finales", reiteró en este sentido el '10', que reconoció haber llorado "muchas veces" y sobre todo después de perder la final de 2014 contra Alemania por 1-0 en la prórroga.