El Real Madrid se impuso (3-1) al Getafe en el Santiago Bernabéu gracias a la pegada de Garteh Bale y Cristiano Ronaldo antes de visitar al Paris Saint-Germain, frente a un equipo azulón que jugó con diez toda la segunda mitad. Bajo la constante lluvia, el galés y el portugués, que anotó un doblete, solventaron un encuentro en el que los blancos apenas generaron ocasiones. Sin embargo, dos tiros a puerta fueron suficientes para encarrilar en la primera mitad un choque marcado por el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones del próximo martes en París.

A pesar del bajo rendimiento sobre el césped, la pólvora madridista funcionó a la perfección, algo poco habitual durante el curso. Después del primer aviso de Ángel para los azulones, Bale cazó un rebote en el área para poner por delante a los suyos contra una de las mejores defensas del campeonato. El gol dio tranquilidad a los merengues, que tampoco recibían llegadas de un plantel getafense replegado. Al borde del descanso, Benzema y Cristiano Ronaldo rompieron el sopor levantando a la grada con una buena combinación. El francés vio el desmarque del portugués al espacio y el luso, después de amagar, disparó para duplicar la ventaja.

En la segunda mitad, la temprana expulsión de Rémy por doble amarilla dejó una sensación de tranquilidad que Zidane quiso aprovechar para dar minutos a Marcelo después de su lesión. Con el brasileño ultimando su calentamiento, una acción entre Nacho y Jorge Molina en área blanca acabó generando un polémico penalti que dio emoción al partido. Francisco Portillo batió a Keylor Navas desde los once metros para recortar diferencias.

El tanto azulón reactivó a los blancos, que pudieron volver a ampliar el marcador en dos jugadas de Cristiano Ronaldo. A la tercera, el portugués no falló, aprovechando un centro de Marcelo para poner el 3-1 definitivo en el marcador.